El partido que ayer disputaron en el campo de La Juventud Federico Mayo y Trebujena fue el clásico en el que a un equipo no le sale nada y sin embargo al otro le soplan las musas a base de bien. Cualquiera que estuviese presente en el encuentro tendrá que reconocer que ni mucho menos los jerezanos merecieron un castigo tan grande, pero como dice el tópico goles son amores y mientras los trebujeneros casi hicieron pleno el Federico Mayo desperdició una cantidad de oportunidades grande. Además de que los mayistas no se están destacando por su capacidad goleadora ayer tuvo enfrente a un Juanmi convertido en un muro y que salvó a su equipo de goles que ya cantaban en la grada de La Juventud por la parroquia local.

Al filo de la primera media hora el trebujenero Antoñito abrió la lata con el primer gol del partido, pero lejos de venirse abajo el Federico Mayo sacó fuerzas de flaqueza y restableció las tablas sólo cinco minutos después. Con el empate a uno el Federico Mayo tomó las riendas en el juego y tuvo ocasiones suficientes para retirarse al descanso por delante en el marcador, pero ni Juanjo ni Oku supieron resolver sendos manos a mano con un Juanmi empeñado en ser el héroe.

Ya en el minuto 50 el Federico Mayo no aprovechó una ocasión de oro para adquirir ventaja. En el 70' el que no falló fue Juanma para adelantar al Trebujena. El 1-2 supuso el principio del fin para los mayistas, que se fueron arriba sin contemplaciones y eso lo aprovechó el Trebujena para sentenciar con dos goles más.