triatlón

El Desafío Doñana, una cita con la protección del entorno

El Desafío Doñana, uno de los eventos deportivos de resistencia más duros de los que se celebran en Andalucía, es un triatlón cuya singularidad viene determinada por el diferente orden y distancia de las disciplinas. En su novena edición, el próximo 15 de septiembre, volverá a discurrir un año más por una de las reservas naturales mejor conservadas del mundo, el Parque Nacional de Doñana.

Uno de los objetivos de la organización del Desafío Doñana es apoyar la política proteccionista del entorno, a pesar de que gran parte del recorrido de la competición discurre por el parque.

El paso por el Parque Nacional de Doñana corresponde con el tercer segmento de este triatlón extremo, la carrera a pie. Los triatletas, tras recorrer en bicicleta parte de la provincia de Cádiz y cruzar a nado el Guadalquivir, llegan a la Punta de Malandar, en la orilla de enfrente de Sanlúcar. En Malandar se calzan las zapatillas de correr y se encuentra con el auténtico desafío: completar 30 km en solitario por la arena, sector final de esta prueba única en el mundo por su fisonomía y espacio por donde se desarrolla.

Para mantener y apoyar la política proteccionista que se encarga de vigilar la preservación de Doñana, ningún vehículo a motor ajeno al parque, o que no esté autorizado previamente por él, puede pisar esta larga y preciosa playa, lo que implica un esfuerzo organizativo importante para mantener la atención sobre los deportistas y voluntarios. Antes, durante y después del paso de los triatletas todo un operativo se pone en marcha para que nada altere la marcha normal de este espacio.

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