El Sábado Santo se convierte para el Cádiz en la rampa de lanzamiento para resucitar su mejor versión en el campo y en los resultados, dos aspectos que se atragantan en las última semanas. Después de tres jornadas sin ganar en las que ha obtenido sólo dos de nueve puntos posibles, el conjunto gaditano se presenta en Huesca con la intención de dar un golpe en la mesa como hizo en Gerona; de volver a mostrar su candidatura a lo máximo en los algo más de dos meses que restan de fase regular en LaLiga 1|2|3. Un partido de altos vuelos y máxima exigencia en el Alto Aragón, donde la tamborrada típica de estas fechas de Semana Santa se convierte en tambores de 'guerra' de un Cádiz preparado para la 'gran batalla' de El Alcoraz.

La derrota ante el Tenerife y los empates contra el UCAM de Murcia y el Lugo pusieron de relieve que la gasolina está justa en algunos futbolistas llamados a tener peso dentro la plantilla. Los meses transcurridos de competición son ya un lastre importante que maneja Álvaro Cervera, que podría mover algunas piezas más allá de la obligada por la sanción que pesa sobre Aridane. El ataque y las bandas podrían ser otras demarcaciones con novedades, sobre todo si, como parece, Álvaro García no llega a tiempo para este largo desplazamiento por sus problemas físicos. Salvi y Nico podrían ser los protagonistas en los extremos porque el entrenador tiene algo más que dudas para forzar al utrerano asumiendo que después de la cita en tierras aragonesas, al equipo le quedará un buen número de jornadas para pelear por su nuevo objetivo.