Tras un inmaculado mes de enero, con pleno de triunfos para el Real Madrid, el equipo de Carlo Ancelotti empieza febrero con una de las salidas más exigentes del curso, su primera visita al nuevo San Mamés, ante un Athletic de Bilbao que quiere reforzar su cuarta plaza en la tabla.

La privilegiada situación liguera de los de Ernesto Valverde ha permitido al equipo bilbaíno olvidarse pronto de la eliminación copera ante el Atlético de Madrid.

El Athletic quiere continuar por la senda que le mantiene invicto en Liga en su nuevo campo, en el que ha ganado los últimos cinco partidos del torneo de la regularidad, incluyendo la visita del Barcelona, una constatación del poderío rojiblanco en su nueva y flamante casa.

Confían los vascos en las conducciones de Iker Muniain, la compenetración en la banda derecha de Andoni Iraola y Markel Susaeta y la recuperación goleadora de Aritz Aduriz, quien ha marcado tres goles en los últimos dos encuentros. Un cada vez más el sólido entramado defensivo y el daño que puede hacer entre líneas Ander Herrera completarán un once en el que las dudas se deben más al esfuerzo ante el Atlético que por las cábalas que se le presuman a Valverde.

El objetivo del Real Madrid es prolongar su racha de cinco victorias consecutivas, que le han servido para recortar distancias con Barcelona y Atlético de Madrid. "Hay que dar más del cien por cien". Ése fue el mensaje del técnico madridista, que exige máximo esfuerzo, solidaridad en el trabajo y buen juego para conseguir el triunfo.

Pensando en las semifinales coperas no forzará Ancelotti a Gareth Bale. Recuperado de su problema en el gemelo izquierdo, no viaja a Bilbao y deja un hueco en el once. Dos opciones se barajan para suplirlo: colocar a su sustituto natural, Jesé Rodríguez, o trasladar a la banda derecha a Di María y dar entrada a Illarramendi para potenciar la medular junto a Xabi Alonso y Luka Modric.

En defensa, el italiano puede apostar por Arbeloa en el lateral derecho dadas las molestias de Carvajal. La novedad de la convocatoria es la vuelta de Varane, que no juega desde el 9 de noviembre por una lesión de rodilla.