FÚTBOL l Liga BBVA

Empate sobre la bocina

  • Un gol de Ibrahima en el minuto 91 permite a un Atlético con diez igualar en Zaragoza

zaragoza: Roberto, Diogo, Jarosik, Contini, Ponzio, Gabi, Edmilson, Arizmendi (Jorge López, 81'), Ander Herrera (Abel Aguilar, 88'), Eliseu (Lafita, 74') y Suazo. at. madrid: De Gea, Valera, Perea, Ujfalusi, Domínguez, Reyes, Tiago, Assunçao (Ibrahima, 87'), Simao (Salvio, 66'), Forlán (Jurado, 59') y Agüero. Árbitro: Teixeira Vitienes (cántabro). Roja directa al visitante Reyes (69'). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Contini, Arizmendi, Edmilson, Eliseu, Roberto, Gabi y Ponzio y a los visitantes Valera, Tiago y Ujfalusi. Goles: 1-0 (7') Jarosik. 1-1 (91') Ibrahima. Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 24.000 espectadores.

El Atlético de Madrid, gracias a un gol del senegalés Balde Ibrahima, rescató un punto en el tiempo de prolongación cuando lo tenía todo perdido ante el Zaragoza y jugaba con uno menos por la expulsión de José Antonio Reyes, tras un pobre partido.

El conjunto madrileño supo aprovechar que el equipo aragonés se echó demasiado atrás en los últimos minutos, para conservar el gol de ventaja que tenía, y le sorprendió cuando ya no había tiempo para reaccionar con un gol del recién entrado Ibrahima. Antes, el Real Zaragoza había aprovechado que el Atlético de la Copa y de la Liga Europa no había aparecido por La Romareda para superarle en un encuentro con pocas ocasiones de gol. Al conjunto aragonés se le puso el partido de cara cuando lo desean todos los equipos, al principio, y con una de las armas que mejor está explotando esta temporada, la estrategia. El central checo Jiri Jarosik, en el minuto 7, adelantó a su equipo a la salida de un córner, lo que permitía jugar con más tranquilidad al Real Zaragoza y evitar una presión añadida.

Con el resultado favorable, el conjunto de José Aurelio Gay dio un paso atrás para cubrir menos espacio sobre el césped y llegar mejor a las ayudas defensivas, pero el Atlético dio la sensación de no tener ninguna prisa y de esperar a que llegara su oportunidad. Sin embargo, su lentitud en el manejo del esférico y la escasa movilidad de sus jugadores permitía al conjunto maño defenderse sin agobios y llegar bien a la presión.

Tan sólo José Antonio Reyes parecía estar en otro partido. Fue el único que en el primer periodo puso velocidad, se ofreció y buscó desbordar, aunque estuvo siempre muy vigilado y fue objeto de numerosas faltas. No obstante, el sevillano fue expulsado por repeler con el brazo ante Eliseu la enésima entrada dura que recibía.

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