Cinco metales en siete torneos. Así se resume la presencia de Pau Gasol en la selección española, que arrancó en 2001 y se espera que continúe este verano, en el Eurobasket de Polonia. Un oro, tres platas y un bronce avalan el liderazgo del catalán sobre una generación, la de los Calderón, Navarro, Reyes y compañía, que es ya la mejor de la historia del baloncesto patrio.

Su debut llegó en el verano de 2001. Con Javier Imbroda al mando de la nave, Pau condujo a España hasta el bronce europeo, logrado ante la Alemania de Nowitzki. La lucha por el metal fue un duelo estelar con rango NBA y que dejó para el recuerdo -tal vez para la nostalgia- lo que Pau pudo haber sido: un gran alero. Aún jugando de cuatro, los triples de Pau -4 de 7 en la final- firmaron el éxito español. Un año más tarde, Gasol vivió un cierto sinsabor. En el Mundial de Indianápolis, una derrota ante Alemania en el cruce de cuartos obligó a España a olvidar las medallas. No obstante, el equipo al completo se resarció con una victoria –la última, hasta la fecha– frente a EEUU en el duelo por el quinto puesto (75-81). Gasol pudo con cualquiera de sus pares y demostró que no sólo era un jugador NBA, sino que era mejor que muchos.

Tras su segunda campaña en la NBA, que concluyó sin playoff, Pau retornó a la selección en el Eurobásket de Suecia. Allí, Gasol fue el mejor anotador y líder de una España que sólo se detuvo ante el acierto lituano en la final. Como en 1999, España quedó subcampeona de Europa, pero el resultado supo a poco. En la final, Gasol anotó 36 puntos y cazó 12 rebotes, pero erró hasta ocho tiros libres que fueron definitivos en la derrota. “Estaba pensando en demasiadas tonterías cuando estaba en la línea y no estaba con la mano suelta. Me sabe muy mal haber fallado tanto”. Así asumía Gasol su cuota de responsabilidad –incluso alguna parte más– por la plata europea.

2004 trajo el debut olímpico de Pau. Y tocó cruz. España se plantó en Atenas con un equipo que aspiraba al metal, fuera del valor que fuera, y acabó séptima de unos Juegos Olímpicos marcados por la caída de EEUU, que fue bronce. El único partido en el que los norteamericanos estuvieron a su nivel fue el maldito cruce de cuartos. Precisamente contra España, precisamente el único partido que perdió la selección. Gasol se mostró “dolido y decepcionado” por la derrota ante el combinado NBA “porque esperaba estar en la lucha por las medallas”.

La vorágine de su carrera, con un incontable contínuo de partidos entre 2000 y 2005, y las consecuencias de la lesión que le hizo perderse 26 partidos en la NBA llevaron a Gasol a renunciar Eurobásket de Serbia, al que asistió como comentarista, en el verano en el que se dejó crecer su ya característica barba. España, sin su líder, sólo pudo ser cuarta. Como en 2002, un triple de Nowitzki, esta vez en semifinales, alejó a España de la lucha por el oro.

Su regreso al combinado nacional se produjo en julio de 2006, casi dos años depsués de su último partido de rojo. Con él como líder y Pepu Hernández como coordinador del equipo más talentoso de la historia del baloncesto nacional, España no encontró rival y se proclamó campeona del Mundo en Japón. Una lesión de Pau ante Argentina le apartó de la final, pero no impidió que fuese elegido mejor jugador del torneo. Con el oro al cuello, afirmó: “Cuando vi a los compañeros con las camisetas que se pusieron para salir –con una leyenda en el pecho que ponía Pau también juega– no sabía si ponerme a llorar antes del partido. Quiero estar en este equipo todo lo que pueda”, sentenció.

Un año depsués, la selección no fue el dulce de un año atrás. Tras un curso decepcionante en Memphis, Pau no pudo lamerse las heridas en el Eurobásket. Con un grupo condicionado por la lesión de Garbajosa y en medio de una expectación social inédita, España no pudo lograr el oro en el torneo que albergó a pesar de ser la clara favorita. En la final, el equipo entró en un colpaso ofensivo desconocido y Gasol no dio la respueta acostumbrada. Pese a ello, España fue pro delante la mayor parte del encuentro, hasta que una canasta de J.R. Holden, sin apenas dejar tiempo para la reacción, dinamitó el torneo. Fue Pau, precisamente, quien falló el último tiro en aquella final ante Rusia. Y también aquí tuvo que escuchar algunos de los reproches que ya le dirigieron en Memphis.

Su último compromiso con la selección tuvo lugar el pasado mes de agosto, en los Juegos Olímpicos de Pekín. La selección llegó con un nuevo técnico, Aíto García Reneses, tras el despido de Pepu Hernández. De nuevo con el entrenador que le hizo debutar en la ACB, Pau cedió protagonismo a sus compañeros. España no alcanzó las cotas de escelencia de Japón, pero firmó una final de ensueño ante el combinado americano. Sólo la diferente vara de medir qué son y qué no son pasos evito que España pudiera entrar en el último minuto del choque -"El mejor de la historia", según LeBron James- con opciones de triunfo. Al final, España logró la segunda plata de su historia en un frenético EEUU, 117; España, 108.