Balonmano l Campeonato del Mundo

España va de festival en festival

  • La selección completa la segunda jornada del torneo apabullando a los cubanos, que se muestran excesivamente duros en su juego, a la espera de su primer compromiso serio, esta tarde contra Suecia

La selección española de balonmano sumó ayer su segunda victoria al derrotar sin demasiadas complicaciones a la débil Cuba por 45-20 en la segunda jornada del Mundial de Croacia, el último escollo sencillo antes de empezar el torneo de verdad.

Los cubanos no fueron obstáculo para los de Valero Rivera, que tras el aviso enviado ayer por la mala primera parte ante Kuwait, vio como los jugadores respondieron y estuvieron mucho más concentrados arrollando con velocidad a su rival, sobre todo por medio de sus extremos.

La campeona del mundo de 2005, salvo alguna fase de precipitación en algunas momentos del encuentro, volvió a superar la cuarentena de goles y, a partir de hoy, empezará a medir sus verdaderas opciones en el campeonato con el choque ante Suecia de esta tarde a partir de las seis y media, a la que luego seguirán la anfitriona Croacia y la incómoda Corea del Sur.

El partido de ayer apenas tuvo historia. Cuba facilitó la tarea con una acumulación continua de pérdidas y una pasividad a la hora del balance defensivo, que los de Valero Rivera, más agresivos con el 5-1, no perdonaron.

De este modo, Juanín García, autor frente a los cubanos de nueve goles, pudo lucir todas sus cualidades, lo mismo que Víctor Tomás, Albert Rocas y Cristian Ugalde, que acumularon entre todos 25 de los 45 goles del combinado nacional. Iker Romero, que en la jornada inaugural había descansado, aportó seis tantos.

Además, los dos guardametas, José Manuel Sierra y José Javier Hombrados, se mostraron seguros, sobre todo el del Pevafersa Valladolid, que detuvo dos penaltis a lo largo del encuentro y ofreció seguridad a los suyos en los momentos claves, al igual que el del BM Ciudad Real, que no bajó las prestaciones de su compañero. El técnico igualmente dio minutos a todos con dos sextetos repartiéndose el tiempo, con mucho mejor rendimiento del inicial de cada tiempo, e incluso probó en la segunda parte con el 6-0.

España se marchó al descanso con una amplia ventaja (24-10) y en la segunda mitad, posiblemente guardando fuerzas para el compromiso de esta tarde frente a los suecos, bajó un tanto el nivel de su juego, permitiendo jugar con más comodidad a los jugadores cubanos, donde destacaron acciones de su portero Iglesia o las ganas de Hechavarría y Amador, aunque mostraron numerosas deficiencias en las diferentes facetas del juego que les hacen estar muy lejos del balonmano competitivo y, en el tramo final, una dureza innecesaria.

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