Jordi Ribera, seleccionador nacional de balonmano, afronta su primer Campeonato de Europa en Croacia en el que intentará cumplir el reto de lograr la única medalla que le falta al combinado español en esta competición, el oro, para lo cual es preciso no fallar.

"En el Europeo sabes que todos los partidos son a cara de perro y no puedes entrar a la competición con dudas", explica Ribera antes de concluir la concentración de cinco días que ha realizado en Zaragoza con 19 de los 17 jugadores que componen la lista final.

En contraposición con el Mundial, en el que, dependiendo del grupo en el que esté encuadrada la selección, "puedes tener uno o dos partidos que te pueden permitir gestionar al grupo", los Europeos son diferentes.

"No hay ningún partido fácil. O estás en todos a tope o tienes problemas", señala Ribera. Por ello insiste en que es una competición que no da ningún respiro y a la que hay que tener "mucho respeto" porque todos los partidos son muy difíciles y donde empezar mal la competición te lastra para el resto".

El técnico indica que el primer gran objetivo en Croacia, cuya competición dará comienzo el 12 de enero, será "entrar en semifinales y luchar por las medallas. A partir de ahí hay matices que te permiten llegar o no llegar".

Sin embargo es consciente de que el nivel de exigencia apunta hacia el oro europeo que nunca ha conquistado la selección, algo que sí ha hecho, dos veces, en el Mundial (Túnez, 2005, y España, 2013). Además de las dos últimas citas europeas en Dinamarca 2014 y Polonia 2016, España se colgó el bronce y la plata respectivamente.

"A la gente no le gusta perder a nada, aunque se hable de que ahora nos encontramos en un periodo de inicio y cambio, pero lo que todos quieren es que su selección gane", asume.

El gerundense recuerda que España está encuadrada en un grupo que califica de "muy exigente". Está Dinamarca, vigente campeón olímpico, pero que no partía como cabeza de serie por lo que "sabíamos que en el grupo en el que fuese iba a ser el más fuerte".

Además también le toca medirse a Hungría "que siempre da un nivel muy alto" y la República Checa, con la que será el debut, por eso se reafirma en la necesidad de tener un buen inicio para lo que "debemos empezar con los objetivos de grupo".