Santiago Cordero
300
El sueño olímpico de Feliciano López y David Ferrer llegó a su fin tras perder la semifinal de dobles por 6-3, 4-6 y 18-16 antra la pareja francesa formada por Michael Llodra y Jo-Wilfried Tsonga, en un prolongado encuentro que precisó de 34 juegos en la última manga para decidir ganador y en el que el tándem español llegó a desperdiciar cuatro bolas de partido. Tres horas y 29 minutos fueron necesarias antes de sentenciar que López y Ferrer serán quienes disputen contra los también galos Julien Benneteau y Richard Gasquet la medalla de bronce.
La clave estuvo, sobre todo, en el saque de un poderoso Tsonga que se vio favorecido por la hierba de Wimbledon. Los franceses se mostraron muy agresivos de salida, con una seguridad que les permitió vencer los primeros juegos sin apenas esfuerzo. El combinado español, por el contrario, parecía más agarrotado, menos desenvuelto y tuvo que esperar hasta el quinto para lograr arañar algún punto en el servicio de sus rivales.
Los franceses dominaban con facilidad y se mostraban muy seguros arriba, si bien López fue capaz de controlar su posición en la red para superar el noqueo inicial. En el octavo juego, cuando las amenazas que acechaban a López y Ferrer, quienes salvaban su servicio en mangas muy igualadas, se materializaron con una gran actuación de Llodra. Con grandes subidas a la red, acertó a colocar la pelota para que el alicantino la mandase a la red y pusiese a los franceses dos juegos arriba, para servir para ganar el set.
La dinámica, sin embargo, dio un vuelco en el segundo set, en el que un inicio titubeante fue resuelto con oficio para dar a la pareja española un control que le permitió ir ganando en comodidad y minar la confianza de sus rivales. Su perseverancia obtuvo recompensa en el décimo juego, cuando con Tsonga al servicio, supieron aprovechar su primer punto de break del partido para hacerse con el set por 6-4. La suerte estaba así echada en un encuentro en el que la hegemonía del arranque francés se convirtió en una semifinal de pundonor y estrategia.
La confianza de haber igualado la contienda permitió a Ferrer y López empezar fuertes, tanto que en el set definitivo consiguieron dos juegos seguidos. Sin embargo, cuando se veían por delante en el marcador, un fallo de concentración llevó no sólo a ver cómo la ventaja de 40-0 que disfrutaban acabase con Tsonga y Llodra rompiéndoles el servicio para dejar nuevamente el set igualado.
El efecto psicológico se dejó notar y la igualdad llegó a siete de la mano un notable juego de los franceses que impidió a los españoles arañar un punto siquiera, en cumplimiento de un acuerdo tácito entre las dos parejas que parecía tener por máxima evitar los errores con el servicio. El cansancio, aun así, era evidente y las victorias, más trabajadas. Los españoles tuvieron tres bolas de partido con 0-40. Cada juego era dominado con relativo control en el saque de cada pareja y en el juego 22, con un 40 iguales, los españoles lo tuvieron cerca, pero no supieron aprovechar su cuarta y última bola de partido.
En el juego 33, cuando un resto de Tsonga rompió el servicio de los españoles, los galos sabían que sólo cuatro puntos los separaban de podio olímpico. Pese a errores que permitieron a Ferrer y López soñar con prolongar el encuentro, finalmente Tsonga y Llodra no fallaron y se aseguraron el metal.
También te puede interesar
Lo último
María Méndez Santos | Lingüista, investigadora y docente
"El rechazo a acentos diferentes se da por discriminación o por ignorancia"
Tierra de nadie
La amistad, bien o mal entendida
El rebusco
Rebusco Fermin Aranda