El circuito de Sepang mostrará si el Ferrari de Fernando Alonso está tan lejos del Red Bull del alemán Sebastian Vettel que dominó de forma insultante en el Gran Premio de Australia, primera cita de la temporada.

El trazado malayo es uno de los mas exigentes del Mundial y debe mostrar una situación más real de todos los coches al contar con dos rectas muy largas (meta y contrameta) y curvas rápidas. A ello hay que añadir las altas temperaturas que se esperan, su asfalto abrasivo para los neumáticos y la constante posibilidad de que llueva de forma torrencial, hasta el punto que hace dos años tuvo que suspenderse la carrera cuando se habían disputado 31 vueltas de las 56 de que consta la prueba.

Las previsiones apuntan a que los monoplazas de la escudería italiana no deben estar a una diferencia tan grande como en Melbourne, pero, al contrario que en esa cita, los Red Bull usarán el KERS para igualar la velocidad en las rectas principales a la de sus principales rivales (Ferrari y McLaren), mucho más evolucionados en el uso de este sistema.

El circuito de Sepang es uno de los preferidos por Fernando Alonso, ya que allí consiguió en 2003 su primera pole y su primer podio -"ni yo ni mi entonces equipo, Renault, esperábamos un resultado similar", recuerda- y donde ganó en 2005 y 2007. El F150 Italia del asturiano incorporará algunas novedades para este fin de semana, aunque "ninguna de ellas particularmente significativa que permita decir que esta o aquella modificación son la llave para dar un salto en el ámbito de las prestaciones del coche", explica el asturiano.

Por eso Alonso insiste en que el equipo debe permanecer concentrado en su trabajo y tratar de entender cómo sacar todo el potencial del F150o Italia que, según el español, es "mucho". "Es inútil estar aquí haciendo previsiones sobre cómo irá la carrera. Debemos afrontarlo día tras día", apunta el piloto de Ferrari, que añade que en este tipo de países "se necesita tener planes A, B y C y hasta incluso D en función de las condiciones meteorológicas del momento".

Precisamente por eso, el ovetense explica que después del gran premio en Melbourne decidió permanecer en tierras australianas para acostumbrarse al cambio horario y a las condiciones climáticas de la zona, marcadas por el alto grado de humedad en el ambiente. "He hecho deporte porque el entrenamiento es fundamental: en esta prueba se pierde mucho líquido. Es muy duro conducir en estas condiciones y se necesita estar al máximo de forma física para afrontar de la mejor manera este fin de semana".