El espectáculo que se vivirá hoy en Bahía Sur, a partir de las cinco, es del que los enamorados al fútbol gustan con locura. Primero contra segundo. Estadio en fiesta. Y los dos equipos que mejor juego han hecho, en lo que llevamos de temporada frente a frente.

Los isleños le tienen ganas a los cordobeses. En un principio porque el Villanueva fue el último equipo que derrotó a los azulinos esta temporada, hace ya dieciocho jornadas y, en segundo, porque una victoria local permitiría distanciarse en siete puntos del rival, sin olvidar la encerrona que sufrieron los de Antonio Iriondo en el partido de ida, donde los de Villanueva se aprovecharon de la permisibilidad del colegiado y rozaron en muchas jugadas la violencia. Ese es el tema que más preocupa a Iriondo y los suyos, la brusquedad del equipo cordobés. Una llamada de la plantilla fue, tras finalizar el entrenamiento de ayer, que el colegiado haga cumplir el reglamento.

Por lo demás la fiesta está asegurada desde mucho antes de comenzar el choque. Los aficionados, que según se ha podido sondear serán numerosos, acudirán a la fiesta planificada con anterioridad en los alrededores y estarán, más que nunca, con el equipo en este partido.

En el aspecto meramente deportivo, Javi Muñoz no será de la partida. El gaditano sufrió un fuerte golpe en su rodilla a los 20 minutos el pasado jueves ante el Mairena y sigue con la zona inflamada. Es duda el capitán Canito, que arrastra molestias el partido del jueves y se disputará un puesto con Reque. El tercer hombre del que se está pendiente es de Merino, ya que su mujer se encontraba ayer a punto de dar a luz.