El español Óscar Freire es el candidato a batir en el Mundial de fondo en carretera que se disputa entre las localidades australianas de Melbourne y Geelong, ya que de conseguir el oro se convertiría en el primer corredor en la historia en lograr cuatro títulos en esta modalidad.

Freire es consciente de que tiene una oportunidad única y por ello será la referencia en el kilómetro cero de la carrera, que tendrá como siempre algo de lotería. Pero los que salen con la vitola de favoritos son los que marcan la pauta que, en algunas ocasiones, aprovechan otros que no están en ese ranking de candidatos a ponerse la camiseta arcoiris.

En esa lista de principales rivales de Freire está el belga Philippe Gilbert, un corredor que se defiende perfectamente en las grandes clásicas. El propio Gilbert no descarta a Freire para el título, pero siente más temor ante otros corredores como los australianos Cadel Evans, que defiende el título, y Allan Davis, que son dos grandes especialistas en clásicas largas.

Junto a Freire, Gilbert, Evans y Davis, clasicómanos como el noruego Hushovd, el suizo Cancellara, los italianos Pozzato y Visconti, el estadounidense Farrar, el británico Cavendish, el ruso Kolobnev y el alemán Greipel son los que más cuentan.

Por otro lado, la italiana Giorgia Bronzini se proclamó campeona del mundo al imponerse al sprint a la holandesa Vos, la sueca Johansson y la británica Cooke. La roteña Belén López fue la única de las tres españolas que acabó la carrera, aunque lo hizo en la última posición (76ª) a 19:35 de la vencedora.