Grecia aspira a tomar el relevo de España en el baloncesto europeo con fundamentos. La selección de Fotis Katsikaris se deshizo ayer de Croacia gracias a la lección de juego coral que le dio a los balcánicos y que nadie se llame a engaño con los once puntos de diferencia que registró el marcador final. La distancia entre uno y otro equipo fue infinitamente mayor a lo largo de todo el encuentro. 

Porque los griegos han conformado un equipo de tremendo valor. No está Spanoulis por decisión propia, tampoco Diamantidis, pero tampoco parece importarle mucho a este grupo de jugadores que no hayan venido a Sevilla dos de sus principales estrellas. Para empezar, porque ahí está el zurdo Nick Calathes para manejar los muñecos con maestría, dirigiendo, pasando, defendiendo y hasta anotando cuando es necesario. Y Katsikaris no se conforma con el base de Memphis, casi siempre tiene en la pista a otro director de juego, pues entre Zisis, Sloukas y el propio Calathes rara es la vez en la que no coinciden dos de ellos en el quinteto. La consecuencia es el manejo del juego en todo momento y ante eso poco pudo hacer Croacia en la noche de ayer. 

Ellos son los amos de la situación, pero no se queda sólo en eso esta Grecia. Papanikolau aporta rebotes, defensa e intensidad y tanto Bourousis como Printezis tampoco le van a la zaga en esas cualidades. Y hasta Kaimakoglou y Vougioukas se suman a la fiesta para completar un roster de auténtico nivel.

Aparte de Vasileiaidis, mucho más gris y discreto, faltaría un jugador y sería un pecado de lesa humanidad olvidarse de él e incluso merece un párrafo aparte en este elogio al juego coral de la Grecia de Katsikaris. Su nombre es Giannis Antetokounmpo, nació en Atenas hace 19 años, aunque el color negro de su piel pudiera llamar a engaño, y es un verdadero diamante en bruto del baloncesto. Que cómo se puede valorar de esa manera a un jugador que está en la pista poco más de 12 minutos, sólo anota dos puntos, además en un mate, y sus números no pueden ser más discretos con 0/2 en triples y apenas cuatro rebotes. 

Muy sencillo, porque es todo un espectáculo. No se trata de descubrir la pólvora, ni mucho menos, ya lo hicieron la pasada temporada los Milwaukee Bucks para llevárselo a la NBA con sólo 18 años, incluso antes el CAI Zaragoza para hacerse con sus derechos federativos en Europa, pero es que este Antetokounmpo, si no sufre ninguna lesión, apunta maneras de jugador superlativo. 211 centímetros mide el chaval y corre, bota y juega al baloncesto como un escolta. Pero, además, es rapidísimo y su ayuda en los rebotes también la agradecen sus compañeros. Le queda, lógicamente, perfeccionar el tiro y que lo ayuden los técnicos a entender este juego. Cuando llegue ese día será una superestrella en la NBA y nada más que por ver en directo a semejante proyecto ya mereció la pena pasarse en la tarde de ayer por el Palacio de los Deportes de San Pablo. 

Y después de esta encendida loa a los griegos, cabe resaltar que el primer cuarto fue lo más igualado del choque. 16-14 al final y promesa de un partido bastante competido después del tostón que había sido el Senegal-Argentina. Pero no, Grecia empezó a carburar cuando Sloukas estuvo en la pista y las diferencias se dispararon en el marcador, y sobre todo en el juego, antes del descanso. 36-23 para Grecia, Croacia había sobrepasado a duras penas la veintena de puntos. 

Cabía esperar la reacción de los balcánicos, pero tardaría bastante, pues Grecia llegó a tener un 44-25 (min.26) que explicaba fielmente lo que estaba sucediendo dentro de la cancha. Pero Croacia, a falta de otras cosas, sí sigue conservando el orgullo de antaño y sus estrellas se pusieron a trabajar hasta la extenuación. Tanto que llegaron a estar 64-56 a falta de cuatro minutos para el final. Pero era irreal. Papanikolau culminó un gran contraataque para proclamar que Grecia, a día de hoy, es muchísimo más que Croacia.

Ficha técnica:

76 - Grecia (16+20+15+25): Nikos Zisis (3), Nick Calathes (9), Kostas Papanikolaou (14), Georgios Printezis (8), Andreas Glyniadakis (-) -cinco inicial-, Giannis Bourousis (13), Vaggelis Mantzaris (-), Kostas Vasileiadis (3), Kostas Kaimakoglou (14), Giannis Antetokounmpo (2), Kostas Sloukas (4) y Ian Vougioukas (6).

65 Croacia (14+9+16+26): Oliver Lafayette (8), Krusnoslav Simon (6), Bojan Bogdanovic (20), Dario Saric (10), Ante Tomic (9) -cinco inicial-, Damjan Rudez (6), Roko Ukic (6), Luka Zoric (-) y Damir Markota (-).

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Michael Aylen (AUS) y Fernando Rocha (POR). Sin eliminados cinco faltas personales.

Incidencias: Tercer partido de la cuarta jornada en el Grupo B de la Copa del Mundo España 2014, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo, en Sevilla, ante cerca de seis mil espectadores.