Bien está lo que bien acaba y el sufrimiento mereció la pena. El Guadalcacín iniciará su quinta temporada consecutiva en Tercera División después de certificar ayer la permanencia con su triunfo ante el Atlético Onubense, al que condenó al descenso. El equipo de Alberto Vázquez impuso su ley de principio a fin y salvo un disparo de Misffut al larguero, apenas pasó apuros en un partido en el que le valía el empate y en el que la victoria le evita problemas por si hay muchos descensos y ningún ascenso.

Con el Fernández Marchán repleto -también hubo presencia de aficionados onubenses- y los dos equipos conscientes de lo que se jugaban, el Guada salió a mandar desde el principio, marcando territorio y tratando de asfixiar a un filial que se plantó con tres centrales tratando de ganar circulación para sortear la presión de los locales. Fiel a su estilo, el equipo de Vázquez apretó manteniendo la intensidad incluso después de adelantarse en el marcador, y solo cedió terreno con la expulsión de Rodri, que vio dos amarillas en apenas siete minutos. Pero ni siquiera en superioridad el Onubense dio sensación de peligro más allá de balones bombeados y algún barullo en el área finalmente resueltos con solvencia por los locales, fieles a su fortaleza en el Fernández Marchán.

Al Guada no le afectan los descensos de 2ª B y jugará su quinta temporada en Tercera

El Guadalcacín impuso su ley y venció con autoridad y justicia, triunfo que llevó la firma de Canty porque el que la sigue la consigue y quizás el delantero arcense haya sido el mejor exponente del equipo esta temporada: peleón hasta la extenuación e inasequible al desaliento para acabar encontrando la recompensa al esfuerzo y sacar petróleo de cualquier balón dividido. Ayer encendió a la grada poco después de la reanudación, al rematar un centro de Borja desde la izquierda adelantándose a la defensa y colocando el balón imposible para Vichi.

Pudo marcar antes el Guadalcacín, porque los de casa mandaron desde el principio con las ideas muy claras: el balón en el campo del Onubense y a tratar de ganar rechaces y segundas jugadas para llegar al área rival. Atrás, los dos equipos evitaron circular el balón y los pelotazos y patadas a seguir fueron continuos, como la presión e intensidad defensiva de unos y otros. En los azules, Diego Galiano catapultaba los saques de banda en campo contrario al área rival, buscando la prolongación de Borja o Alberto Durán. En el Onubense, los tres centrales dejaban las bandas para Rafa y Nene, pero el Guada tapó bien los carriles y ambos acabarían siendo sustituidos.

Y aunque le valía el empate, el equipo de Alberto Vázquez fue a por la victoria desde el principio y a los tres minutos Canty estuvo a punto de hacer de las suyas tras un saque de banda de Diego Galiano peinado por Borja que el centrodelantero remató a la media vuelta y Vichi sacó a córner.

Con las fuerzas igualadas en la batalla del centro del campo, después de una galopada de Marín que acabó disparando al lateral de la red el Onubense tuvo su única ocasión en un centro desde la izquierda que Rafa, sin oposición y en buena posición, cabeceó fuera. Y apenas cinco minutos después, Marín se marcó un jugadón individual sorteando a un par de contrarios y tocando suavemente con la derecha ante la salida de Vichi, pero el poste le negó el premio del gol.

De ahí al final del primer acto, el Guada insistió percutiendo una y otra vez sobre la defensa visitante pero sin crear ocasiones mientras Brian quedaba como un espectador porque sus compañeros frenaron todas las intentonas del filial del Decano.

Siguió más decidido el Guada que el Onubense en el arranque de la segunda mitad y Borja tuvo una buena progresión por la derecha pero ni atinó a centrar ni a disparar a portería. Más suerte hubo en la siguiente aproximación, en la que tras desviar milagrosamente Vichi un zurdazo a media altura de Alberto Durán, el balón acabó por la izquierda, donde Borja la puso al corazón del área para que Canty desatase la fiesta de los azules dentro del campo y en la grada.

Con ventaja, el Guadalcacín no cedió un ápice en su intensidad y en sus intentos de acercarse a Vichi mientras el Onubense quería pero seguía sin poder y se quedaba en nada, lo que casi aprovechan los azules para golpear de nuevo, primero en una internada de Borja por la izquierda cuyo centro atrapó Vichi y luego en un centro de Diego Galiano desde la derecha que Canty remató en el primer palo pero fuera.

Jesús Vázquez, técnico del filial, comenzó a mover el banquillo porque el partido estaba teñido de azul intenso pero las ocasiones seguían siendo todas del Guadalcacín: Goma empalmó en el segundo palo un centro de Juanan estrellándose el balón en un defensa y Alberto Durán cazó otro zurdazo a la media vuelta que un defensa desvió a córner.

Pancy tuvo que entrar en el lateral derecho por las molestias de Pablo Pérez y Borja y Marín cambiaban de banda para buscar las cosquillas a la zaga del Onubense, que tuvo su mejor ocasión y pudo empatar en el minuto 74, en un derechazo a la salida de un córner de Misffut, disparo ligeramente desviado por un defensa guadalcacileño que acabaría repeliendo el larguero.

Alberto Vázquez refrescó el centro del campo con Rodri pero ahora la iniciativa era del filial, que empujaba pero sin forzar más ocasiones. Bien atrás, cada robo de balón del Guada era una incursión hacia Vichi. Rodri y Misffut lo intentaron desde fuera del área sin puntería y el guión varió poco después con la segunda amarilla en siete minutos a Rodri, que añadía emoción a los cinco minutos de descuento.

Pero ni en inferioridad el Guada pasó apuros más allá de balones bombeados y un par de barullos en el área que acabaron en el limbo despejados con contundencia por los azules. El pitido final desató la fiesta en los locales y el velatorio en los visitantes: es el fútbol en 90 minutos, alegría de unos y lágrimas de otros. Lo importante es que la fiesta fue del Guadalcacín, que seguirá una temporada más en Tercera.

Enormes estos azules...