La selección española femenina de balonmano arrancará (18:00) ante Polonia su andadura en el Europeo de Hungría y Croacia, en el que las de Jorge Dueñas intentarán dar su primer paso hacia los Juegos de Río. Para ello, el combinado nacional, que no figura tras su grises actuaciones en los últimos Europeo y Mundial entre los favoritos, único puesto que garantiza el billete olímpico, deberá al menos concluir entre los ocho primeros para acceder a los torneos preolímpicos.

El objetivo, sin embargo, no es fácil para las Guerreras, que afrontan un durísimo grupo en la primera fase como Polonia, semifinalista en el último Mundial, Rusia y una de las dos anfitrionas, Hungría. El reto es superar la primera fase y si es posible con puntos, para lo que es indispensable derrotar en las dos primeras jornadas tanto a Polonia, a la que ya venció la pasada semana por 23-17 en un torneo internacional disputado en Fuengirola, como a Rusia.

Jorge Dueñas no sabrá hasta el último momento si podrá contar para esos partidos -y cuántos minutos- con la central Macarena Aguilar, aquejada de unas molestias en el pubis que ya le impidieron disputar el mencionado torneo de preparación. Menos preoucupa el estado de otras jugadoras que estuvieron lesionados, como Silvia Navarro y Naiara Egozkue, así como Begoña Fernández, que se perdió el torneo por el fallecimiento de su padre. Todas son básicas para salir airosos de los primeros envites y llegar a la última jornada de la primera fase con la clasificación asegurada, jugándose sólo el primer puesto del grupo con Hungría, un rival al que las españolas le tienen especialmente ganas por apearlas del Mundial en octavos, y que no podrá contar con su máxima estrella, la central Anita Gorbicz, embarazada. Ni España, ni su técnico quieren pensar más allá de la primera ronda, ya que la clave para lograr el éxito pasa por ir paso a paso.