Ruth Beitia, campeona olímpica de altura, reanudó su participación en la Liga de Diamante con un quinto puesto y una marca de 1,90 en la reunión de Londres, en el mismo escenario que acogerá dentro de un mes los Mundiales.

La saltadora cántabra salvó al primer intento el listón situado en 1,80, 1,85 y 1,90, pero no pudo con 1,94, que hubiera sido su mejor marca del año.

Mejor aún fueron las cosas para Esther Guerrero, que consiguió el pasaporte para la cita londinense en 800 metros con un tiempo de 2.00,96. La campeona de España necesitaba un crono de 2.01,00 o inferior para obtener la mínima mundialista y la obtuvo con un margen de cuatro centésimas pese a que terminó la carrera en último lugar.

Guerrero consiguió un objetivo que se le escapó a David Bustos, subcampeón de Europa de 1.500 metros y falló por 55 centésimas la mínima mundialista al clasificarse séptimo con un tiempo de 3.36,55.

El balear precisaba de un crono de 3.36,00 para tener derecho a competir en los Mundiales, pero no lo logró, a pesar de mejorar en seis segundos su marca del año.

Por último cabe destacar la actuación en el Estadio Olímpico de Londres de Adel Mechaal, quien plantó cara al rey del fondo mundial, Mo Farah, en la carrera de los 3.000 metros que clausuró la reunión, pues terminó segundo con un tiempo de 7.36,32, frente a los 7.35,15 del británico, campeón olímpico de 5.000 y 10.000.

Mechaal venía de ser quinto en la reunión de París con la mejor marca de su carrera deportiva, y entonces la mejor de Europa en lo que va de año (3.35,28), se pegó a Farah y sólo cedió en el último giro.

La anécdota de la jornada la puso el británico Tom Bosworth, que consiguió la mejor marca en la milla (5:31.08) en la primera prueba de marcha en la historia de la Liga de Diamante, por delante de Diego García (5:36.27).