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Hoeness evadió 18,5 millones

  • El presidente del Bayern Múnich confesó ayer que defraudó cinco veces más de lo que se le imputaba

El juicio por evasión de impuestos a Uli Hoeness, presidente del Bayern Múnich, comenzó ayer en medio de una enorme expectación mediática con una sorpresa: el directivo confesó un fraude fiscal cinco veces superior al que se le imputaba. Los abogados defensores explicaron ante la corte de Múnich que Hoeness evadió 18,5 millones de euros de 2003 a 2009, claramente más que los 3,3 millones que le atribuía la Fiscalía.

"Evadí impuestos", confesó el directivo de 62 años en su primera declaración. "Esperaba sortear una investigación criminal al autodenunciar voluntariamente la evasión. Me alegra que ahora esté todo sobre la mesa. Haré todo para que se cierre este capítulo".

"No soy un parásito social", se defendió. "Pagué cinco millones a instituciones sociales y 50 millones de impuestos. No quiero presumir de eso, sino sólo dejar las cosas claras". Hoeness también confirmó su adicción a invertir en Bolsa hasta "perder la visión de los beneficios y las pérdidas". "Es algo que puede pasar cuando uno apuesta y está como loco, tal como estaba yo entonces".

El escándalo estalló en enero del año pasado, cuando el jefe del Bayern presentó una "autodenuncia" admitiendo haber ocultado beneficios de capital de una cuenta en Suiza. La evasión por más de un millón de euros está castigada con penas de cárcel sin fianza en Alemania. Sin embargo, los jueces podrían considerar como atenuante la autodenuncia y dejar a Hoeness en libertad condicional. Si no hay imprevistos, la sentencia se anunciará este jueves.

El caso Hoeness causó un gran revuelo en Alemania, donde el directivo del principal club del país estaba considerado una autoridad moral y tenía numerosos contactos, también en el mundo político y empresarial. Incluso la canciller, Angela Merkel, se mostró "decepcionada". Hoeness es también una figura estrechamente unida a la historia del Bayern, donde fue jugador y mánager general antes de convertirse en presidente en 2009.

El juicio despertó por eso un enorme revuelo mediático. Más de 450 periodistas intentaron acreditarse, pero sólo pudieron hacerlo 49, porque los asientos disponibles en la sala son limitados. Unos 150 policías se desplegaron en torno a la corte para evitar incidentes. El juicio coincide con la vuelta de octavos de la Liga de Campeones que el Bayern juega hoy en Múnich ante el Arsenal, pero los jugadores aseguraron no sentirse afectados. "Somos profesionales", dijo Kroos.

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