A medida que se acerca el trascendental encuentro del domingo en el Nuevo Mirador frente al Algeciras comienza a crecer la preocupación en el seno de la plantilla y el cuerpo técnico del Arcos debido a la dificultad del choque.

La derrota en La Palma ha hecho sonar las alarmas, pues el equipo arcense tiene muchas dificultades para superar sus compromisos cuando el terreno de juego se ve afectado por condiciones meteorológicas adversas. Al ser un equipo construido para hacer un fútbol respetuoso con el balón, el Arcos necesita un campo en buenas condiciones que permita la circulación de la pelota sin cortapisas.

El empate ante el Bornense del Barbadillo y la derrota ante La Palma son sólo los ejemplos más recientes de un axioma futbolístico que no tiene contestación. Quizá sea una de las mayores intranquilidades del Arcos en estos momentos, a la que hay que sumar el estado físico de alguno de sus jugadores más veteranos y expertos, como son el lebrijano Dorantes y el jerezano Pichi. El primero se tuvo que retirar del campo en La Palma aquejado de un pinchazo en el adductor, mientras que el jerezano trata de superar sus problemas en musculares en la pierna derecha, lo que ya le apartó de la lista la semana pasada.

Por si fuera poco, Isaac se retiró ayer con los mismos problemas de sobrecarga que Dorantes, por lo que tampoco es seguro que vaya a estar disponible para el domingo. Las buenas noticias vienen de la mano de Zúñiga, que regresa al equipo tras cumplir la sanción y es un gran refuerzo para la medular arcense.

Los de Maqui están teniendo grandes problemas para entrenar debido al mal estado del césped del Barbadillo, afectado por las lluvias, y andan de un sitio para otro para no estropear su maltrecho campo de juego. A estas alturas de la semana aún no han podido practicar en césped natural y ayer utilizaron la zona trasera del Barbadillo, dotada de hierba sintética.