Javi Rivas se pone este martes manos a la obra en el Jerez Industrial. El técnico portuense, que llega en sustitución del dimitido Juanjo Durán, lleva desde el pasado viernes, día en que se anunció su llegada al club, trabajando pero no será hasta este martes cuando dirija el primer entrenamiento con la plantilla blanquiazul.

El técnico tiene prevista una charla con los jugadores y posteriormente saltarán al césped de La Juventud para llevar a cabo la sesión de trabajo, al término de la que deberá dar su primera lista de convocados, ya que los industrialistas se enfrentan este miércoles (19:30) al CD El Torno recuperando el último de los partidos que tenían aplazado por el COVID.

Así que sin apenas tiempo para asimilar la derrota en Villamartín, que el nuevo entrenador pudo presenciar en la grada del Jesús Ruiz y extraer sus primeras conclusiones, Javi Rivas se encuentra en plena fase de “aterrizaje” e “intentando evaluar un poco la situación, a ver si somos capaces de volver a reencontrarnos porque de los últimos cinco partidos sólo se ha ganado uno, se ha empatado otro y se han perdido tres”. El técnico añade que si el Jerez Industrial ha ido primero hasta esta misma semana “es porque se lo ha merecido y no es lógico que se hayan perdido tantos partidos, algo tiene que estar pasando”.

Y es que el técnico se va a encontrar un Jerez Industrial que en apenas cuatro días ha caído con el Trebujena, un rival directo, y el Villamartín. Así que tiene claro que lo primero es analizar qué ocurre para luego buscar la solución: “Hay que hablar con los chavales, que son los que tienen que levantar esto y los mismos que han conseguido tener al equipo primero durante toda la temporada”.

De momento, este martes presentación antes del entrenamiento, hablar un poco del partido del domingo y preparar el de mañana miércoles, “priorizar lo fundamental, aunque yo ya quiero transmitirle a la gente más o menos algunas de las ideas” que pretende plasmar en el terreno de juego.

El portuense regresa al banquillo después de entrenar al Guadalcacín hace dos temporadas en Tercera, de donde salió “con mal sabor de boca” y afirma que “ya tenía muchas ganas de entrenar, el gusanillo estaba ahí aunque también es verdad que estaba reacio por la pandemia”. Ahora coge un Jerez Industrial que lleva varias temporadas intentando salir del pozo de la Primera Andaluza, “la categoría más difícil para ascender y además con esta pandemia hay variables que no se pueden controlar. Tenemos cierta ventaja con respecto a los perseguidores, pero hay que revertir la situación. Nos quedan tres partidos y como hay enfrentamientos directos seguimos dependiendo de nosotros mismos. La lástima es haber perdido el colchón de puntos que se tenía”, reflexiona.