Después de tres semanas de negociación con Paco Garrido y viendo que la situación no avanza Joaquín Morales ha decidido tomar el mando del club . El empresario nazareno, confiando en que la compraventa no se iba a demorar en exceso, había paralizado el club, una decisión que ha optado por cambiar.

De momento, Joaquín Morales ya ha tomado sus primeras decisiones, las de dar de alta a Antonio Poyatos y a Jacobo Moreno. Ambos habían concluido su vinculación contractual con el Deportivo el pasado treinta de junio, el primero tras desempeñar la labor de adjunto a la secretaría técnica y el segundo tras realizar funciones de coordinador de la cantera.

El presidente xerecista ha optado por la vía de enmedio y ha renovado sus contratos para que comiencen a trabajar, uno en la planificación de la primera plantilla y el otro en la estructuración de los filiales del equipo.

Mientras, Morales continúa esperando la llamada del espereño Francisco Garrido, una llamada que ayer tampoco se produjo por lo que la firma del contrato de compraventa se demorará un día más. "Yo confío en que se haga antes del viernes", destacó el máximo accionista del Deportivo con poca convicción.

El de Dos Hermanas, no obstante, mandó ayer un mensaje a la afición asegurando que "el Xerez, mientras esté yo como presidente, no va a descender por impago ni mucho menos. Que la afición esté tranquila en ese aspecto".

La que sí entró en escena durante el día de ayer fue la alcaldesa de la ciudad. Pilar Sánchez, algo intranquila por cómo se están desarrollando los hechos, telefoneó ayer a Francisco Garrido para conocer de primera mano en qué situación se encuentra la negociación.