Lebrijana y Cádiz B demostraron por qué se encuentran tan cerca en la clasificación. La igualdad fue la nota predominante de un encuentro que solucionó el local José Mari a diez minutos del final. El encuentro fue muy reñido durante los noventa minutos pese a los dos grandes condicionantes de la jornada: el agua y el viento. El campo estaba duro, a pesar de que la pelota rodaba, no era fácil jugar.

En los primeros compases no tardaron en adelantarse los gaditanos con un libre directo desde la frontal que lanzó con maestría Caballero, enseñando al conjunto local la calidad de su zurda.

Los locales tras el gol tuvieron un período de nerviosismo donde el filial del Cádiz pudo conseguir el segundo tanto, sin embargo, con el paso de los minutos consiguieron volver al partido y con su recuperaci´n llegaron las ocasiones del Lebrijana.

Tras la reanudación, el equipo local sacó sus mejores armas: el juego por bandas, donde conseguían crear peligro constantemente. Finalmente Jesús rompió la baraja y empató el encuentro con una jugada personal por la banda izquierda, llegó a la línea de fondo y en diagonal se metió hasta el punto de penalti, allí soltó un derechazo colocado ajustado al palo derecho que dejó en nada el intento del meta José Antonio por detenerlo. Ya volcados al ataque la Lebrijana tuvo su recompensa en los últimos minutos. El filial gaditano mostró signos de debilidad y los locales a diez del final cazaron la victoria.