olimpismo

Unos Juegos para empezar a crecer

  • Los dirigentes olímpicos y federativos creen que las dos medallas deben ser un estímulo para invertir más

El español Regino  Hernández ondea una bandera española tras lograr el bronce

El español Regino Hernández ondea una bandera española tras lograr el bronce / EFE

España no quiere que los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang sean sólo un bonito paréntesis. Con dos medallas de bronce, la cita que se clausura hoy en la ciudad surcoreana es ya "sin duda" la mejor en la historia invernal del país, aseguró el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco.

La cuestión es, sin embargo, si el deporte patrio tendrá que volver a esperar otros 26 años para ver a uno de sus atletas subido a otro podio en unos Juegos de invierno o si la imagen empezará a hacerse más habitual.

La sequía la rompió Regino Hernández con un bronce en snowboard cross, mientras que, dos días después, Javier Fernández sumó un segundo metal al conseguir el tercer puesto en patinaje artístico. A eso se añade el diploma olímpico logrado por la snowboarder Queralt Castellet en halfpipe, donde ocupó la séptima posición.

Hasta Pyeongchang, España solo había ganado dos medallas invernales, el oro y el bronce de los hermanos Francisco y Blanca Fernández Ochoa en la prueba de eslalon de 1972 y 1992, respectivamente.

Los metales de Corea del Sur permiten además a España pasar la página de Salt Lake City 2002, donde su nombre se vio ligado al escándalo del esquiador de fondo nacionalizado Johann Mühlegg, al que le quitaron tres medallas de oro por dopaje.

Esta vez los héroes han nacido en el país, así que las federaciones de nieve y hielo quieren aprovechar los triunfos, ampliar su base y amplificar su difusión en un país dominado principalmente por el fútbol.

"Hay posibilidades de que los Juegos de invierno sean un referente para España, como son los de verano, si hay infraestructuras, apoyo y planificación", dijo el jefe del COE. "Si nos quedamos como estamos, repetir resultados es muy difícil. Si dotamos a los deportes invernales de una buena infraestructura, pueden salir más Javis y más Reginos".

El presidente de la Federación de Deportes de Invierno (RFEDI), May Peus, lo vio claro cuando llegó al cargo hace tres años. No había que descuidar los pilares tradicionales del esquí alpino y de fondo, pero tenía que apostar por deportes emergentes como el snowboard, en sus diferentes modalidades.

"Teníamos unos Mundiales en Sierra Nevada en 2017 y estaban totalmente descuidados", afirmó el dirigente. El organismo dobló entonces la estructura técnica del equipo y triplicó los días de entrenamiento de los deportistas, además de crear una Copa de España de snowboard cross para promocionar el evento entre los jóvenes.

Si tuviera un presupuesto más alto, agregó Peus, la federación podría "invertir además en investigación y en captación de talentos". El dinero es siempre un problema, como bien sabe el jefe de la Federación de Deportes de Hielo, Franck González, que se quejó de ser el único organismo rector en España sin un centro de alto rendimiento.

Fernández, que añadió el bronce olímpico a sus seis títulos europeos y dos mundiales, debe ser el imán que atraiga las inversiones necesarias para construir una pista de hielo en la que puedan entrenar los deportistas de élite, sin necesidad de, como dice González, "pasar por lo que pasó Javi".

El patinador madrileño tuvo que emigrar a Estados Unidos y después a Canadá, hace diez años, para poder progresar en su carrera deportiva. Ahora quiere ponerle fin y regresar a su país, donde las autoridades deportivas quieren que el deporte de invierno empiece a crecer.

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