El Real Madrid firmó ayer para las próximas 5 temporadas y por 65 millones de euros al centrocampista internacional brasileño del Milan Ricardo Izecson Dos Santos Leite Kaká, que se convierte así en el primer galáctico en la segunda etapa de Florentino Pérez como presidente del club blanco.

Además, Kaká, ambición frustrada de Ramón Calderón, se ha convertido en el segundo fichaje más caro en la historia del club tras los 73 millones pagados en su día por Zinedine Zidane.

El acuerdo para el traspaso de Kaká lo cerraron en las oficinas de ACS en Madrid el presidente del club blanco, Florentino Pérez, con el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, y Bosco Leite, padre y agente del futbolista, que podría cobrar una ficha de cercana a los 9 millones de euros netos.

Kaká se convierte así en el segundo refuerzo del Real Madrid para la próxima temporada después del técnico del Villarreal, Manuel Pellegrini, presentado al mediodía de ayer en la capital de España. La posible intercesión del Chelsea de Roman Abramovich en la operación del fichaje de Kaká habría precipitado las negociaciones con Adriano Galliani y Bosco Leite, que viajaron a la capital de España para cerrar el traspaso del jugador, actualmente concentrado con su selección para disputar los partidos de clasificación mundialista en Montevideo ante Uruguay y en Recife contra Paraguay, el 6 y 10 de junio.

Precisamente, todo esto contrasta con las declaraciones que el ex futbolista rossonero hizo antes de partir hacia Brasil, donde reiteró su deseo de quedarse en el Milan y pidió "por favor" que le "dejen en paz" y no le pregunten más por el interés del Real Madrid en hacerse con sus servicios. "Lo digo por última vez. La última. No quiero dejar el Milan. Por favor, en este momento prefiero estar en silencio porque no quiero que se me malinterprete", aseguró antes de viajar a Brasil para concentrarse con su selección.

El centrocampista pidió no ser "instrumentalizado" y recalcó, ya hastiado del tema que su futuro está en el club italiano. "A los millones aficionados rossoneri les digo que mi decisión está tomada. He dicho que quiero quedarme. Dejadme tranquilo, por favor", reiteró. Su llegada al conjunto blanco supone todo un golpe de efecto en un proyecto que poco a poco va tomando forma y que aspira a conseguir lo máximo en la temporada venidera.