Utrera y Guadalcacín no fueron capaces de mover el marcador en noventa minutos, un resultado que deja las cosas como están. Buena racha para los visitantes, que suman ya siete jornadas sin perder, si bien han empatado en sus últimas tres comparecencias, mientras el conjunto sevillano fue de menos a más, jugando un buen segundo periodo pero estrellándose ante su propia incapacidad. Al final, cerocerismo en todo lo alto.

En el primer periodo, las dos escuadras quisieron imponer su juego en el centro del campo, con pocas oportunidades de gol en un juego parejo y equilibrado, con similar planteamiento y potencial en unos y en otros.

La primera oportunidad clara de la noche llegaría a los doce minutos, a favor del Guadalcacín, cuando el número seis, Alfonso, no llegó a conectar un balón cuando estaba en inmejorable ubicación cerca del marco utrerano.

Los sevillanos trataban de llegar a las inmediaciones de la meta de Lebrón, pero sólo crearon opciones en la primera media hora a través de dos tiros lejanos desde fuera del área de Cruz, y que no encontraron su objetivo.

Respondieron los jerezanos con su oportunidad más clara de la primera mitad, en las botas de Martel y cuando las agujas del crono estaban en los 32 minutos de encuentro. El interior visitante se sacó un tiro cruzado que salía rozando el poste cuando más de uno en el San Juan Bosco ya la veía dentro. Una buena jugada del ataque del Guadalcacín, pero sin recompensa.

La mejor oportunidad del Utrera en este primer acto llegaría ocho minutos más tarde, en el cuarenta, cuando una falta cerca de la frontal del área la botaba Cruz con velocidad, sin dar tiempo a la defensa jerezana a ubicarse bien, y Johnny remataba respondiendo Lebrón con una parada de verdadero mérito, salvando el uno a cero.

Con las gafas en todo lo alto se llegaría al descanso poco después, después de ver mucha lucha en el centro del campo, con dos escuadras muy similares. Sensación de peligro en los intentos de unos y otros hasta tres cuartos de campo, donde faltó ese último pase con claridad, por los que los porteros vivieron así una primera parte bastante plácida.

La segunda parte fue diferente, ya que se vio mucho más entonado al Utrera ya desde los primeros compases. El Guadalcacín tuvo que refugiarse en los cuarteles de invierno, y aunque intentó germinar algún contragolpe, apenas se acercó al marco rival.

Varias ocasiones claras para el Utrera, en cambio. La primera destacable, después de un lanzamiento lejano desviado, llegaría a los diez minutos cuando un centro chut de David desde el costado izquierdo se fue envenenando, hasta el punto que se colaba cerca de la escuadra cuando una manopla de Antonio Lebrón lo evitó.

Instantes después, Johnny lo intentaba desde lejos pero sin fortuna, un peligroso lanzamiento que metía el miedo en el cuerpo a los jerezanos. El Guadalcacín se echaba hacia atrás defendiendo con ahínco el cero a cero.

Tuvieron fortuna los visitantes, sujetados en el tanteo por dos buenas intervenciones de Lebrón y por la falta de puntería de los localed. La oportunidad más clara del Utrera, en el minuto 93 cuando un centro al área lo tocaba Salva con el pecho, dejando el cuero a Pablo apenas a un par de metros de la línea de gol. La salida del meta del Guadalcacín, tapando bien el remate, evitaba el gol y dejaba la cuestión en match nulo, empate sin goles.

Con el punto de ayer, el Guadalcacín ya está seis puntos por encima de los puestos de descenso y el próximo domingo recibirá al San Fernando.