El Racing abandonó ayer el puesto 17, lugar que parecía tener ganado por oposición, a costa de un Sanluqueño (ciertamente, con un partido menos) que se vio superado por las mayores ambición y necesidad de los rojiblancos.

La contienda ofrecía diversos ingredientes, pues, a la incómoda situación clasificatoria de ambos conjuntos, se sumaba el ultimátum de la directiva racinguista para con su técnico, Javier Manzano, que necesitaba vencer para continuar al frente del banquillo.

El capitán rojiblanco, Lolo Prado, uno de sus hombres talismán, el jugador más decisivo del Portuense en la presente campaña, se encargaría de salvar al entrenador anotando los dos goles de la victoria y participando en casi todo el ataque de los suyos, principalmente en la segunda mitad.

Los sanluqueños comenzaron dominando y protagonizaron algunas ocasiones no excesivamente claras, que incluirían un cabezazo fuera de Chiqui (5') y un despeje con la testa de un Paredes bastante alejado de su área, pero serían los rojiblancos quienes se adelantasen en el marcador. José Carlos Melli envió un balón largo a la posición de Zafra, que disparó como pudo y se encontró con las manos de Carlito, según el juez de línea, que instó al colegiado a la señalación de la pena máxima.

Lolo Prado, que lo tenía tan claro que esperaba botando el cuero en el punto fatídico mientras García Moreno consultaba con el auxiliar, marcaría de tiro raso y ajustado al palo izquierdo de Moi.

Cuando sólo se llevaban cuatro minutos de la reanudación Pablo se interna en el área y recibe la falta de Juanma Reyes. El máximo anotador visitante, el ex rojiblanco Abel, rubricaría el empate desde los once metros registrando su séptimo gol de la campaña.

A partir de ese momento los racinguistas, más acuciados en la tabla y conscientes de la sentencia que pendía sobre la cabeza de su técnico, adelantaron líneas y Abel Calatayud, que fue de menos a más, aprovechó una desaplicación defensiva para colarse en el área; su disparo lo rechazó Moi pero con tan mala fortuna que cayó a los pies de Lolo Prado, quien transformó a media altura entre una heterogénea nube de efectivos. Diez goles contemplan ya a uno de los centrocampistas más realizadores del grupo.

Los verdiblancos intentaron entonces retornar a las tablas pero nada pudieron hacer ante un Racing que mostró el oficio que le faltó en otros lances.