Luis León Sánchez (Caisse d'Épargne) se adjudicó ayer la Clásica San Sebastián al batir en un cerrado sprint al kazako Alexander Vinokourov (Astana), que había llevado el peso de una escapada en la que también estaba Carlos Sastre, fraguada a 40 kilómetros de meta.

La décima victoria para el conjunto Caisse d'Épargne de la temporada llegó en una prueba espectacular, una de las mejores ediciones que se recuerdan, con un elenco de participantes importante y en la que el punto de forma alcanzado en el Tour de Francia fue determinante para optar al triunfo. Una larga escapada en la que se insertaron Montenegro, Cazaux y Florencio llegó a alcanzar en la primera fase de la carrera más de ocho minutos y animó la prueba durante buena parte de la misma.

El foco más interesante de la carrera estuvo, como se preveía, en el segundo paso por el alto de Jaizkibel, de primera categoría, cuando un ataque de Luis León Sánchez puso en línea a un pelotón del que salieron Vinokourov y Carlos Sastre.

Las distancias no eran excesivas, rondaban los 40 segundos, pero el nivel del grupo y el buen momento de forma de sus componentes les convertía de hecho en claros candidatos a disputarse el triunfo cuando sólo quedaban 30 kilómetros para la llegada de San Sebastián.

Otros aspirantes como el anterior campeón de la prueba, Carlos Barredo, perdieron su oportunidad y se retrasaron, al dejarse un tiempo a la postre precioso por sus dudas iniciales cuando se produjeron los ataques.

Robert Gesink, Samuel Sánchez, Joaquim Rodríguez y Nicolás Roche, el hijo de Stephen Roche, lograron situarse en un grupo que se convirtió en perseguidor, reduciendo a 20 segundos las diferencias a falta de 7 kilómetros para la meta. Vinokourov era favorito, pero Luis León Sánchez estuvo listo, se colocó a rueda del kazako y le superó en los últimos metros para llevarse los 16.000 euros de premio y 80 puntos UCI.