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Madrid y Barcelona no paran

  • Los blancos reciben al Valencia y los azulgrana se miden al Espanyol en la lucha por la Liga

  • El Atlético pelea por la tercera plaza y la Real, por Europa

Isco juega con el balón durante un momento del entrenamiento del Madrid de ayer en Valdebebas.

Isco juega con el balón durante un momento del entrenamiento del Madrid de ayer en Valdebebas. / javier lizón / efe

Con menos de un mes para que concluya la Liga y casi todo aún por decidir, Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid disputan hoy tres exigentes duelos que pueden dejarlo todo como está o mover varias piezas.

Líder desde el choque en el Santiago Bernabéu el pasado domingo, el Barcelona tratará de mantenerse una jornada más en la cima con una victoria en su derbi en el campo del Espanyol. Cualquier otro resultado sería, en principio, un desastre para los dirigidos por Luis Enrique, que tropezaron en demasiadas piedras y se quedaron sin apenas margen error.

El Madrid, que hoy recibe al Valencia en duelo de la trigésimo quinta jornada, suma los mismos puntos que los azulgrana (78) y, además, cuenta con un as en la manga: el partido aplazado frente al Celta pendiente de disputar. Esos tres posibles puntos que bailarán hasta casi el final -el duelo se disputará justo antes de la última fecha- son una amenaza para el Barcelona y un estímulo para los dirigidos por Zinedine Zidane, que siguen dependiendo de sí mismos. También de sus propios resultados depende el Atlético, que visita a Las Palmas con la obligación de ganar. Un nuevo tropiezo, tras el sufrido en la pasada jornada ante el Villarreal, dejaría la tercera posición a merced de un Sevilla que suma los mismos puntos (68) y el lunes visitará al Málaga.

El doble empate a puntos en las cuatro primeras posiciones hace pensar en unas últimas semanas de competición al rojo vivo. Más teniendo en cuenta que, entre medio, Madrid y Atlético se enfrentarán en las semifinales de la Liga de Campeones. "Los jugadores están todos bien y más ahora. En otros momentos, puedes dudar, ahora no. Nos falta un mes, mes y medio, para que se acabe todo y los jugadores están convencidos de lo que estamos haciendo", afirmó ayer un confiado y casi exultante Zidane. La derrota ante el Barcelona y las habituales críticas a sus alineaciones no parecen haber afectado al técnico galo, que ayer dijo no tener un equipo A y otro B, al tiempo que defendió su criterio para confeccionar el once blanco.

A Zidane se le acusa de apostar siempre por Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema, pese a que el equipo juegue mejor con suplentes como Isco, Asensio, Morata y James Rodríguez. "Se puede pensar (que soy injusto) sí, pero yo no creo que sea injusto con ellos, sino al revés: tengo un inmenso respeto hacia mis jugadores", se defendió el técnico de los blancos, antes de enfrentar al irregular Valencia, que marcha decimosegundo.

A Zidane, no obstante, la enésima lesión de Bale le facilita la elección que Isco le complica en cada partido con sus actuaciones. "Tal y como está Isco, y que no juegue cada partido, es complicado", asumió Zidane, después de que el mediocampista se exhibiera una vez más ante el Deportivo en la jornada disputada en mitad de la semana. "Isco está enchufado, tiene confianza y la confianza de su entrenador. Vamos a ir así hasta el final de temporada y la próxima ya veremos", añadió, sabedor de que la hinchada pide su titularidad.

Conformar el once resulta bastante más fácil para Luis Enrique, cuyos suplentes están a años luz de sus titulares. Hoy, ante el Espanyol, sólo las molestias musculares que sufre Iniesta pueden condicionar su formación. El capitán azulgrana será duda hasta última hora, mientras que Neymar regresará al equipo tras cumplir sus tres partidos de sanción. "Ney está muy bien, como siempre, y preparado para competir", afirmó Luis Enrique. "Vamos a salir como en cada derbi, sabedores de la necesidad (que tenemos) de los puntos y de la dificultad de este tipo de partidos, especialmente cuando juegas fuera", añadió.

Con algunas opciones aún de alcanzar los puestos que permiten disputar la Liga Europa, el Espanyol -noveno- aspira a incrementarlas al tiempo que puede arruinarle la Liga a su eterno rival. "Ahora estamos más cerca que otros años de poder afrontar con garantías este partido", dijo Quique Sánchez Flores. "Somos conscientes de que tenemos nuestras posibilidades y ojalá acertemos", prosiguió el entrenador del Espanyol, que tampoco esta vez posó con Luis Enrique para la tradicional fotografía prederbi.

El Atlético, por su parte, también espera acertar frente a un Las Palmas, "peligroso", que ya no se juega nada. "Tenemos el clásico partido de final de temporada en el que el equipo que juega en casa tiene entusiasmo y nosotros tenemos que llevar el partido hacia donde nos sentimos más cómodos", avisó Simeone, entrenador de un Atlético que quiere conservar la tercera posición para clasificarse directamente a la Champions. Antes de que jueguen los tres primeros de la Liga, la Real seguirá luchando por puestos europeos con el desahuciado Granada.

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