la consulta del especialista

Maldito codo

  • El codo de tenista es la inflamación dolorosa de la parte externa del codo

Estoy seguro que esa es la frase que se le estaría ocurriendo a Novak Djokovic (Belgrado 1987) mientras un fisioterapeuta le masajeaba el codo derecho en el partido contra Thomas Berdych en Wimbledon, y que tuvo que abandonar por cierto. La cara de frustración del serbio lo decía todo. Este 2017 no pasará a la historia por los buenos resultados sino, más bien por todo lo contrario. La palabra que lo podría resumir se llama derrota; en el Open de Australia, Roland Garros o Wimbledon.

Imagino que todos esos sinsabores en un año realmente duro en lo deportivo ha sido lo que ha llevado a Djokovic a anunciar que se retira del tenis todo lo que resta de temporada para tratarse del codo derecho, responsable a todas luces de los malos resultados y del dolor que le ha acompañado por las pistas desde hace tiempo. Otros tenistas han tenido que tomar decisiones similares de aparcar sus carreras deportivas para restañar heridas y poder intentar llegar a lo más alto. Uno es Roger Federer y el otro nuestro Rafa Nadal.

Y es que el deporte profesional y de élite no es gratis. Ya lo hemos comentado muchas veces. El calendario, los entrenos, la competitividad y los gestos técnicos repetidos hacen el resto.

¿Qué es el codo de tenista?

Es la inflamación dolorosa de la parte externa del codo, donde se insertan los músculos principales del dorso del antebrazo, muñeca y mano. La zona donde el tendón de esos músculos se una al hueso se llama epicóndilo y forma un relieve muy fácil de localizar en la zona externa del codo. Los tendones que se originan ahí son el extensor común de los dedos, primer y segundo radial y extensor del dedo gordo. El tenis es un deporte en el que los movimientos repetidos en los que se involucra al codo son infinitos, sobre todo al realizar el revés. Cuando realizamos el golpe de revés, y el codo no se encuentra lo suficientemente estirado, se producirá una sobrecarga de la musculatura externa o epicondílea del codo que nos llevará de forma inexorable a la epicondilitis. Otro aspecto a tener muy en cuenta es el peso de la raqueta y la tensión del cordaje. Si es menor del que debería ser, el antebrazo y el codo absorben la energía procedente de la bola, energía que debería ser absorbida por una raqueta con el peso suficiente. La mano tiende a sujetar con más fuerza la empuñadura para poder repeler con fuerza los golpes, desencadenando una sobrecarga en la musculatura del codo.

Esas dos son las principales causas de producción del codo de tenista. En el caso de Djokovic, más que un problema técnico en sí como es la ejecución del revés, la causa debe ser la cantidad de gestos repetidos que ha realizado durante todos estos años, lo apretado del calendario y la imposibilidad de recuperar entre un torneo y otro para que las estructuras que han sufrido y se han dañado, puedan ser tratadas con garantía de éxito.

Tratamiento

El tratamiento inicial consiste en reposo deportivo, toma de antiinflamatorios, y frío local. El tratamiento rehabilitador está indicado para acelerar la recuperación, reduciendo la inflamación y mejorando la movilidad. Es importante realizar estiramientos varias veces al día para ir acostumbrando a los tendones del codo al estiramiento y contracción que sufren durante la práctica del tenis. Puede ayudar el uso de un brazalete que se coloca en la raíz del antebrazo sobre todo cuando vayamos a jugar de nuevo. Desde el punto de vista de la fisioterapia, la realización de E.P.I. puede ayudar de forma importante a reducir la inflamación y las molestias. Se trata de una punción repetida con una aguja y descarga eléctrica en la zona enferma, buscando eliminar el tejido enfermo y que se incremente la vascularización, buscando una cicatriz de mejor calidad.

Cuando, a pesar de todo lo anterior, no se produce mejoría, se puede realizar una infiltración. El corticoide es la primera opción, se infiltra en el punto más doloroso del codo. Se pueden infiltrar hasta en tres ocasiones, separadas cada una por una semana a diez días. Es importante seguir realizando los ejercicios de estiramiento. La tasa de recaídas puede llegar al 30% de los pacientes.

Otra opción de infiltración es mediante plasma rico en factores de crecimiento. El proceso de obtención de los factores de crecimiento. En primer lugar, se le extrae al paciente una pequeña cantidad de sangre. Se coloca en una máquina llamada centrifugadora que lo que hace es separar las diferentes células que forman parte de la sangre. Las células que transportan el oxígeno (hematíes) y las células defensivas (leucocitos) se quedan en el fondo del tubo de ensayo, y las plaquetas se colocan en la parte más superficial, lo que permite extraerlas con facilidad. Se colocan en una jeringa y se prepara para infiltrarla en el tejido donde se evidencie la lesión. Este procedimiento se puede repetir en varias ocasiones hasta que se produzca la curación de la lesión. La última opción de tratamiento si todo lo demás no funciona, es la cirugía.

Hay muchas técnicas para tratar el codo de tenista. Personalmente la que me ha dado mejores resultados es desinsertar uno de los músculos del codo que permanecen inflamados de forma crónica y no dejan sanar el codo, es el segundo radial. Se extirpa la inserción del músculo del epicóndilo dejando un espacio desnudo en el hueso que es perforado con una aguja de 2 mm buscando el sangrado de la zona que normalmente se encuentra fibrosada y desvitalizada. El jugador puede reincorporarse en el plazo de unos tres meses. Es fundamental evitar recaídas con el trabajo preventivo de fortalecimiento de toda la musculatura del codo, antebrazo y muñeca, así como estiramientos que elonguen los tendones muy dados a contraerse como consecuencia del dolor y la tendinitis.

Es paradójico que ese codo que ha llevado a Djokovic a ser el número 1 del mundo, ahora le obligue a tomarse un descanso. La biología manda.

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