Real Mallorca y Real Madrid, Gregorio Manzano y Bernd Schuster: el Ono Estadi acoge el duelo de dos equipos con cuentas por saldar, tras la eliminación copera de los blancos a cargo de los baleares, que desató una discusión entre los técnicos. Ambos llegan al duelo con ganas de olvidar el pasado, con la paz sellada y con distintos objetivos.

El Mallorca intentará asegurar de forma matemática la permanencia frente a un rival al que ha derrotado en dos ocasiones esta temporada en la Copa del Rey, y que llega a la isla para dar un paso decisivo hacia el título de Liga. El equipo que dirige Gregorio Manzano viene de conquistar dos triunfos consecutivos, ante el Deportivo y Valencia, y sólo ha perdido un partido en toda la segunda vuelta. Decisivo en muchos partidos, Güiza -máximo realizador nacional de la Liga con 17 goles- es, junto al venezolano Arango la gran baza ofensiva del Mallorca, en el que también destaca el argentino Ibagaza, auténtico cerebro del equipo.

Manzano volverá a encontrarse con su colega Bernd Schuster, al que saludará, según ha explicado, sin dar más importancia al incidente del Bernabeú en el partido de la Copa del Rey, donde hubo sus más y sus menos entre ambos técnicos. El técnico alemán ha recogido el guante y reconoce tener todo olvidado. El morboso reencuentro entre los técnicos quedará en anécdota cuando comience un partido con el que el Real Madrid cree que puede dar un paso de gigante hacia el título. Después de romper su dinámica negativa ante el Sevilla, los blancos pretender prolongar el fútbol vistoso con el que se reencontraron en la última jornada. El bajón del Real Madrid en 2008, en el que había perdido los mismos partidos que había vencido, están convencidos de que ha finalizado y desean dar un golpe definitivo a la Liga. Schuster sigue sin contar con Van Nistelrooy pero, tras varias pruebas sin éxito con Baptista y Soldado, ha encontrado su sustituto en Higuaín.