Valderrama puede quedarse sin su Masters. Las diferencias generadas entre el Área de Eventos de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta y el propio club por las fórmulas empleadas en la organización de la primera edición han desembocado en un desencuentro que amenaza con llevarse el torneo de San Roque.

El gobierno autonómico firmó en su día un contrato con la APG adquiriendo los derechos para organizar durante cinco años (el primero de ellos en 2010) el último torneo en Europa de la Carrera a Dubai, fijado siempre en la última semana de octubre. Sin embargo, a pesar de que se hizo ver lo contrario, la Junta no firmó un contrato de idéntica duración con Valderrama, sino que el acuerdo entre ambas partes se circunscribe a la primera edición, la ya consumada.

Durante la misma, el gobierno autonómico quedó muy descontento con numerosos aspectos de la regulación doméstica de la competición y además no hizo gran cosa por ocultarlo. Sus quejas han corrido como la pólvora por los corrillos golfísticos durante el último mes.

La web especializada DobleBogey señala como máximo responsable de lo que define como "desmanes" al abogado Ramón Dávila, director general del Comité Organizador, dependiente directamente del club de la urbanización de Sotogrande. Dicha fuente le atribuye decisiones tan disparatadas como las de no invitar a la prensa inglesa -lo que minimiza la promoción de Andalucía en suelo británico- hospedar a los jugadores en hoteles que estaban a más de 50 kilómetros, ignorando la existencia de otros casi anexos al escenario de la competición, o la adquisición del trofeo entregado al campeón, el norirlandés Graeme McDowell, por la friolera de 16.000 euros.

De hecho, la publicación en este periódico (y en otros del grupo Joly) el pasado sábado 30 de octubre de una entrevista en la que Dávila expresaba su convencimiento de que Valderrama volvería a ser "en breve" el campo elegido para la final del Circuito -la que ahora se disputa en Dubai- levantó ampollas en los organismos autonómicos, por cuanto se entendió que se atribuía responsabilidades que no le corresponden. Además, le tachan de haber obrado, amparándose en la premura de tiempo, en una política de "hechos consumados" que en nada agrada a una administración que, no hay que olvidarlo, aportó tres millones de euros para la organización del torneo.

Con todo, los mencionados son sólo algunos detalles. La Junta entiende que Valderrama no ha cumplido con los requisitos a los que se comprometió para la pasada edición y así se lo hizo saber en una reunión que ambas partes mantuvieron en noviembre.

En dicho encuentro, la Consejería que encabeza Luciano Alonso informó a Ortiz Patiño que debía asumir una nueva fórmula, cediéndole las líneas maestras de la gestión, entre otras cosas para optimizar los gastos.

El informe confeccionado por la administración pública a la finalización del Masters afirma, a grandes rasgos, que Valderrama es el mejor campo que existe en Andalucía para una competición de estas características y que sería recomendable llegar a un acuerdo "pero no a cualquier precio".

El presidente del club, Felipe Ortiz-Patiño, tiene hasta el próximo día quince para acceder a las peticiones de la Junta, entre las que se encuentra que prescinda de Ramón Dávila con su actual responsabilidad, o renunciar al torneo. Otros muchos campos se han postulado ya ante José Antonio Griñán como candidatos.

En espera de que se conozca la decisión definitiva la APG anuncia el torneo como Andalucía Masters (sin el apellido Valderrama) y deja en blanco el espacio destinado al escenario de la competición.

Este periódico quiso conocer ayer la opinión de Felipe Ortiz-Patiño, quien aplazó, en principio hasta hoy, su respuesta.