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Muchas pruebas y muchas dudas

  • Las dos derrotas consecutivas contra Inglaterra y ante Croacia devuelven las incógnitas a la selección española tras el esperanzador arranque con Luis Enrique como nuevo técnico

Luis Enrique hace una indicación a sus futbolistas durante la derrota de España contra Croacia.

Luis Enrique hace una indicación a sus futbolistas durante la derrota de España contra Croacia. / antonio bat / efe

Víctima del forofismo que reina en el fútbol y de la irregularidad propia de un equipo en construcción, la España de Luis Enrique ha pasado de ser considerada potencial ganadora de todo lo que se le pusiera por delante a ser señalada como un equipo "triste" y "caótico" que provoca "frustración" en poco más de dos meses.

Así definía ayer a la selección española la prensa nacional, después de la derrota por 3-2 ante Croacia en la Liga de Naciones de la UEFA. Fue la segunda consecutiva de los de Luis Enrique, que ya habían caído ante Inglaterra también por 2-3 y ahora ven cómo su clasificación para la final four del torneo depende de terceros. Exactamente de que Croacia e Inglaterra empaten el domingo en Wembley.

En sus dos primeros partidos con el nuevo seleccionador español al frente, en cambio, La Roja había superado tanto a ingleses como a croatas con rotundidad: 1-2 en Wembley y 6-0 ante los balcánicos. "La situación es la que es y, cuando llegamos a la selección, ya sabíamos lo que había, de dónde veníamos en el Mundial. Estamos en un proceso de cambio generacional y estamos intentando crear un equipo", se defendió Luis Enrique tras el tropiezo en Croacia.

"Hay gente joven que necesita confianza y le vamos a dar partidos", continuó el ex entrenador del Barcelona.

Así, en su primera convocatoria, en septiembre, anunciada a través de un vídeo en las redes sociales, Luis Enrique incorporó a varios futbolistas que apenas habían tenido minutos con la selección, Suso y el debutante Dani Ceballos entre ellos. Al tiempo, prescindió de hombres más consolidados como Jordi Alba y Koke. La apuesta, calificada de "revolucionaria" de entrada, fue aplaudida cuando España logró una prestigiosa e insólita victoria por 1-2 ante Inglaterra en Wembley. Y más aún, cuando aplastó por un escandaloso 6-0 a Croacia en casa.

Entonces, la prensa elogió el juego de la campeona del mundo de 2010, así como la actuación de Sául y Rodrigo y habló de "síntomas esperanzadores de una regeneración" necesaria tras el pobre papel en el Mundial de Rusia.

"Fútbol alegre, vertical, nada especulativo, pero sí matador en las dos áreas, como quería el técnico", describió el diario Marca tras la goleada a los croatas.

"Si la de Londres fue una victoria de prestigio, la goleada ante Croacia, sirve para desterrar ese fantasma ruso que ha perseguido a España desde el pasado primero de julio. (...) Esta España, la de Luis Enrique, promete", agregó el rotativo español.

La segunda lista del nuevo seleccionador tuvo menos sorpresas, pero aun así incluyó las novedades de Bartra, Paco Alcácer y Jonny, convocado por primera vez con La Roja. Koke regresó al grupo del que todavía se mantuvo alejado Jordi Alba.

La euforia respecto al seleccionado de Luis Enrique se mantuvo con el rotundo triunfo por 1-4 ante Gales. Y cayó en picado cuando los españoles vieron cómo Inglaterra se situaba 0-3 en los primeros 45 minutos de su segundo choque en la Liga de Naciones.

La recomposición posterior de los españoles, que rozaron el empate, no impidió que los más extremistas hablaran de "catástrofe" o de "pájara descomunal", dos de las descripciones que se leyeron en la prensa española tras la primera caída de los de Luis Enrique.

Lo cierto es que, ante los de Gareth Southgate, La Roja jugó con evidente desorden, perdió demasiados balones y no supo cómo defenderse ante un equipo que la mató al contraataque. "No ha sido nuestra mejor noche, es una evidencia. Esperábamos no sufrir tanto. Nos han generado muchas transiciones y hemos estado imprecisos. El inicio del juego nos ha costado también, hemos cometido errores individuales. El gol ha sido medicina para ellos y veneno para nosotros", resumió Luis Enrique aquel tropiezo.

El seleccionador español afrontó su tercera convocatoria "preparado para cualquier fiesta" después de las críticas recibidas e introdujo cinco novedades en su lista. Diego Llorente, Pablo Fornals, Brais Méndez y Mario Hermoso se unieron a un grupo que, esta vez sí, recuperó a Jordi Alba. El regreso del lateral azulgrana no mejoró la imagen de una España que volvió a caer por 3-2 en cancha croata con una mala primera parte, un juego poco vertical y evidentes carencias defensivas.

"Hay muchísimo margen de mejora y soy optimista en ese sentido. El objetivo es buscar la clasificación para la Eurocopa y llegar allí con un equipo formado por jóvenes que hayan cogido experiencia en estos dos años, no creo que eso sea una sorpresa", expuso Luis Enrique a la defensiva.

Sus muchas -y necesarias- pruebas, generaron también muchas dudas y mostraron a una España que aún no se encontró. En su pizarra y en sus convocatorias está el despejarlas para recuperar al menos parte de la euforia que su gran estreno desató.

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