TENIS

Muguruza, en la final de Wimbledon

  • La hispano-venezolana pasó por encima de la eslovaca Rybarikova en poco más de una hora. Su rival será Venus Williams, que eliminó a la local Konta.

Garbiñe Muguruza.

Garbiñe Muguruza. / will oliver / efe

La española Garbiñe Muguruza regresó por la puerta grande a la final del torneo de tenis de Wimbledon, fulminando a la eslovaca Magdalena Rybarikova en semifinales por 6-1 y 6-1 en apenas una hora y cinco minutos. 

Muguruza, que perdió la final de 2015 en la hierba inglesa ante la estadounidense Serena Williams, se medirá el sábado en el duelo por el título ante Venus Williams, hermana de Serena, que derrotó a la británica Johanna Konta.

Será el cuarto enfrentamiento entre ambas, y el primero sobre hierba. Venus ganó los tres primeros en pista dura, en Florianopolis (2013), Auckland (2014) y Wuhan (2015). Garbiñe se impuso en el último de ellos, en Roma este año, en tierra batida, por 6-3, 3-6 y 6-2.

A sus 23 años, la española de origen venezolano disputará su tercera final de Grand Slam, todas en los últimos 24 meses. Muguruza fue capaz de dar continuidad a su irrupción en el circuito en aquel Wimbledon 2015 y un año después levantó el título de Roland Garros. La actual número 15 del mundo se quedó así a un paso de convertirse en la segunda española de la historia en coronarse en Wimbledon, el torneo de tenis más prestigioso del mundo. La única en haberlo conseguido hasta ahora es Conchita Martínez, campeona en 1994 y entrenadora de Muguruza en el All England ante la ausencia de Sam Sumyk.

En su primer partido en la cancha central desde que arrancó el torneo, Muguruza arrolló desde el segundo uno a Rybarikova, 87 del escalafón y que pisaba por primera vez en su carrera las semis de un Grand Slam. Ni un respiro, ni un punto regalado, todo era atacar y atacar para la española, dueña de una potencia descomunal. Cuando el reloj de la pista marcaba los diez minutos, cuando en las gradas todavía había aficionados acomodándose, Muguruza ya avistaba la final. Estaba ya break arriba, con un 3-0 en el marcador que pronto se convertiría en un 4-0 e instantes después en un 5-0.

No había señales de Rybarikova, superada en todas las facetas del juego. Si subía a la red, Muguruza respondía con un passing shot. Si se quedaba atrás, la española la movía hasta dejarla con la lengua fuera. Si intentaba un winner, se le escapaba. Así, Muguruza era la dueña del encuentro y con su brazo derecho decidía todo: qué, cómo y cuándo. Treinta minutos duró el primer parcial, pero el monólogo de la española nacida en Caracas no se detuvo ahí. Siguió en el segundo set, donde logró tres breaks más para cerrar en encuentro en 65 minutos.

La española se clasificó así a la final habiendo perdido únicamente un set en todo el torneo, y fue en octavos ante la todavía número uno del mundo, Angelique Kerber. En total, cedió tan sólo 39 juegos en los seis partidos que ganó para alcanzar el duelo decisivo.

Muguruza llegó a ser número dos del mundo hace un año, pero una mala racha de resultados -no gana un torneo desde Roland Garros- la hicieron caer hasta el puesto 15 del escalafón. Ya tiene asegurado regresar a las diez primeras posiciones, mientras que una victoria el sábado la lanzaría de vuelta al "top 5". Sus mejores resultados esta temporada eran hasta el momento las semifinales de Roma, Brisbane y Birmingham.

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