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Muguruza se reta con una generación

  • La hispanovenezolana, de 23 años, se enfrenta en la final de Londres con Venus Williams, de 37

  • Cuando la americana disputó su primer partido profesional ella tenía sólo un año

Garbiñe Muguruza saluda al público después de ganar a Magdalena Rybarikova y lograr el acceso a la final.

Garbiñe Muguruza saluda al público después de ganar a Magdalena Rybarikova y lograr el acceso a la final. / TONY O'BRIEN / efe

Pasado y futuro se fundirán hoy (15:00) en el presente en la final femenina de Wimbledon: la estadounidense Venus Williams y la española Garbiñe Muguruza librarán un duelo generacional por uno de los títulos más prestigioso del tenis.

De un lado, Venus, 37 años y siete Grand Slam a sus espaldas, apura el tramo final de su carrera tras temporadas a la sombra de su hermana Serena. Su último gran título lo ganó en Wimbledon, pero de eso hace ya nueve años. Cruzando la red estará Muguruza, una jugadora con hechuras de campeona a sus 23 años. Ya sabe lo que es ganar un grande (Roland Garros en 2016) y posee el hambre y los golpes para ser una de las protagonistas en los próximos años. Heredera de ese tenis de puro vértigo con el que las Williams revolucionaron el deporte de la raqueta a comienzos del milenio, Muguruza lleva un tiempo respirando en la nuca de las veteranas.

Cuando la joven nació en Caracas, en 1993, Venus era ya una gran promesa en Estados Unidos. De hecho, la norteamericana disputó su primer partido profesional cuando su rival de hoy apenas contaba un año y 23 días.

Con el paso del tiempo Venus dejó de ser una promesa para convertirse en realidad. En el año 2000 triunfó por primera vez en Wimbledon, logro que repetiría en 2001, 2005, 2007 y 2008. A ello hay que añadir otros dos títulos en el US Open (2000 y 2001) y once semanas como número uno, quizás demasiado pocas viendo su historial.

Una enfermedad autoinmune, el síndrome de Sjögren, la frenó a finales de 2011 y este año, en enero en Australia, logró volver a una final de Grand Slam. Ahora está a las puertas de levantar otra vez la bandeja londinense. "Sabe jugar, especialmente finales de Wimbledon", dijo Muguruza sobre su rival, ante la que acumula un triunfo y tres derrotas. "Va a ser una final histórica. Otra vez".

Ese "otra vez" remite, obviamente, a la final de Wimbledon que perdió en 2015 ante la otra Williams, Serena, campeona de 23 Grand Slam. Era la primera gran final de Muguruza y, según dijo estos días en Londres, aprendió la lección. "Salí nerviosa. Era todo nuevo y además jugaba contra una de las mejores de la historia. Ahora me siento mucho más fuerte y con más confianza tras haber obtenido buenos resultados antes de estar aquí. Y más preparada", comentó la jugadora, tutelada en Londres por Conchita Martínez.

La ex número dos mundial buscará convertirse en la segunda española en ganar Wimbledon. Y el destino quiso que la única en lograrlo vaya a estar junto a a ella. Conchita, que fue campeona en 1994, hace de entrenadora ante la ausencia de su técnico Sam Sumyk. Venus está más cerca por edad de la aragonesa que de Muguruza. Incluso llegó a ganar tres veces a la entrenadora. "El año de Venus es espectacular", comentó la ex jugadora. Su alumna tiene hoy la oportunidad de derrotar a una generación.

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