Con él estarán todos. Rafael Nadal cerrará el cuarteto español que disputará ante Francia las semifinales de la Copa Davis y Córdoba ya vibra con la inminente llegada del mejor tenista español de todos los tiempos. El manacorí volará directamente desde New York en un vuelo privado fletado por la Federación Española de Tenis, cuyo presidente, el sevillano José Luis Escañuela, se encontraba anoche en las pistas de Flushing Meadows junto al alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, presenciando una intensa final del US Open entre el español y su gran bestia negra del año, el serbio Novak Djokovic. Al cierre de esta edición, el serbio dominaba el marcador por 6-2, 6-4 y 6-7.

No decepcionó a nadie la confrontación entre los que hoy por hoy son los dos mejores tenistas del mundo. El número uno se enfrentaba contra el dos, que defendía la corona lograda en la edición anterior del Abierto de los Estados Unidos. Se pudieron contemplar momentos de tensión fantástica, con un tenis de altísimo nivel y con un despliegue físico y mental que conmovió a todo el público que se congregó en la central de Flushing Meadows.

Rafael Nadal y Novak Djokovic reeditaron la final del US Open del pasado año, en la que fue la sexta final de la temporada entre ambos, todas ellas con victoria para el serbio, tras haber superado respectivamente a Andy Murray y Roger Federer en las semifinales disputadas. Nadal demostró tanto ante Murray como anteriormente frente a Roddick grandes momentos de tenis, muy cerca de su mejor versión. Esas sensaciones hicieron que los aficionados albergaran esperanzas de éxito, compartidas por sus compañeros del equipo español, que ayer estuvieron muy pendientes de sus evoluciones.

"En la sala que tenemos en el hotel lo veremos todos juntos y esperando que Rafa nos dé un alegrón. Yo pienso que al nivel de confianza suya personal le vendría muy bien una victoria", manifestaba en las vísperas el capitán del combinado español, Albert Costa, quien confesaba que no había querido enturbiar la concentración del estandarte de la Armada. "¿Contacto con Rafa? No. Hoy lo que se debe de hacer es que se le envía un mensaje de ánimo y él sabe perfectamente que estaremos todos aquí viendo el partido, apoyándole y deseando que gane su undécimo Grand Slam y también que se quite esa espinita que tiene clavada con Djokovic".

En la final del pasado año, Nadal superaba a Djokovic en cuatro sets para ganar su primer título en Nueva York y convertirse en el séptimo jugador de la historia -el más joven de la Open Era con 24 años- en conquistar los cuatro torneos del Grand Slam. Aquella fue su última victoria sobre el serbio, que le ha derrotado este año en las cinco finales que les han enfrentado, incluida la de Wimbledon.

Aunque el balance global de los precedentes sigue siendo favorable al español (16-12), el serbio aparecía como gran favorito tras una temporada histórica en la que sólo ha cedido dos derrotas, con 63 partidos ganados y nueve títulos, entre ellos el Open de Australia y Wimbledon. Cada vez que se han encontrado durante la temporada han saltado chispas. El duelo continuará por mucho tiempo más.

Ahora, Nadal tendrá en Córdoba durante este fin de semana un desafío distinto pero muy estimulante. Junto con Ferrer, Verdasco y Feliciano se empleará fondo para vengar la afrenta de Clermont Ferrand ante Francia y colocarse en la final de la Copa Davis.