Rafael Nadal se clasificó para las semifinales del Masters 1.000 de Miami al vencer al francés Jo-Wilfried Tsonga en dos sets, por 6-3 y 6-2, en hora y media de partido.

Y eso que el galo comenzó jugando a un altísimo nivel y aprovechando al máximo todos sus saques, pero no fue suficiente ante un Nadal muy centrado. El de Manacor demostró que ha recuperado su mejor juego y no dio opción a su rival. Levantó tres bolas de break nada más empezar a su rival, que no pudo romper el servicio del mallorquín en todo el encuentro. Pasado este susto inicial, el español recuperó su mejor versión y no dio opción a su rival.

El tenista balear no bajó el nivel en el segundo parcial, en el que volvió a levantar con garra todas las bolas de rotura que dispuso el francés. Sólido con su derecha, Nadal cerró el partido con contundencia y alcanzó las semifinales, igual que hace dos semanas en Indian Wells, donde le eliminó el croata Ljubicic.

"No sé si fue mi mejor partido del año, pero sí de los más completos. Cuando estaba primero no jugaba todas las semanas bien. Tenía momentos buenos y malos. Desde que comencé la temporada me siento en gran nivel, aunque no he ganado ningún torneo hasta ahora. Siempre quedan cosas por mejorar, pero ahora estoy siendo más agresivo. No te puedes quedar a pasar bolas", explicó el mallorquín.

Su rival por un puesto en la final será Andy Roddick, que superó claramente a Nicolás Almagro (6-3 y 6-3). El murciano no pudo contener el potente servicio del jugador de Nebraska, imparable con el saque y excelente pegador desde el fondo de la pista, algo novedoso.