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Nadal: "No se puede seguir así"

  • La saturación del calendario mina a los jugadores, que ya no pueden más, y Nadal no dudó en dununciarlo.

Después de despachar de modo fulminante a Gasquet, Nadal retomó en la sala de prensa del Coso de los Califas su perfil más rebelde para criticar una situación que considera aberrante. La saturación del calendario mina a los jugadores, que ya no pueden más. Retiradas prematuras, abandono forzado de compromisos... La cadena ya está en marcha y Nadal -no sólo él, aunque el español está levantando la voz más que otros- pretende hacer lo que esté en su mano para evitarlo. Si no se toman medidas, cualquier cosa podría ocurrir. "O hay cambios y los hay ya  o llegaremos donde no nos gustaría llegar...", dijo. ¿Quizá una huelga?  "No descarto nada, no nos gustaría llegar a  eso. A nosotros nos gusta jugar al tenis, no estar discutiendo todo  el día, pero si luchamos por algo que creemos justo y no se nos da,  tendrá que pasar algo", advirtió.  "Si la única forma de que ocurran cosas es por la vía fuerte,  puede pasar de todo", manifestó, al tiempo que anunció que habrá "muy pronto" reuniones entre los principales jugadores del circuito.  Andy Murray y Andy Roddick se han significado como paladines de esta revolución, en la que Federer y Djokovic también tienen algo que decir. Cambiar las fechas y el formato de la Copa Davis es una de las cuestiones que está señalada en la agenda.

 "No hay lugar para tantas cosas, el año tiene 12 meses y parece  que nosotros queremos que los años duren más. Nuestros cuerpos tienen  un límite, y nuestra cabeza también. O se hace algo en todos los  sentidos o nuestras carreras serán cada vez más reducidas", alertó. 

 "Cada vez se juega más rápido, más agresivo, se llega a golpear en  posiciones cada vez más complicadas, porque cada vez el juego es más  rápido. Evidentemente no veo más opción que carreras más cortas, y  eso no es bueno para jugadores, torneos ni aficionados", dijo el número dos mundial, que hizo un llamamiento a la unidad. "Si los mejores no juegan se  pierde credibilidad", dijo Nadal. "Si no hay cambios, los mejores no  seguirán jugando de la misma manera". 

Antes de su encendido discurso reivindicativo, al que fue inducido por las preguntas de la tropa mediática y en el que se mostró firme, Nadal diseccionó el duelo ante Gasquet. Trató de combinar la sinceridad con la cortesía, algo no siempre fácil. "El esfuerzo ha sido positivo, he conseguido jugar con la cabeza fría e intentar hacer en todo momento haciendo lo que tenía que hacer, sin desconcentrarme ni un minuto porque si el partido se alargaba tenía las de perder", señaló Nadal, aludiendo a su victoria sobre el francés, que sigue sin conocer el triunfo frente al balear.

"Por suerte ha salido todo rodado y vamos 1-0 que es lo importante", explicó Nadal, quien admitió que "era a priori un partido muy complicado y físicamente he llegado muy al límite", si bien tuvo que confesar que los errores cometidos por Gasquet le allanaron el camino de forma más que considerable. "Por momentos él me ha ayudado, cometiendo errores, no haciéndome jugar puntos eternos y yo también pues he podido jugar alto y largo y cuando he tenido la opción he ido para delante", destacó Nadal.

Sobre el posible rival en la final, Nadal se decantó sin ambigüedad: "Argentina", manifestó  de modo tajante. "Quiero que gane Argentina, porque así jugamos en casa la final", dijo Nadal. "Es más bonito jugar finales en casa, siempre que ganemos nosotros aquí. Prefiero Argentina porque Juan Mónaco es uno de mis mejores amigos en el circuito, y con Nalbandian tengo una gran relación", añadió. "Con los argentinos tengo más relación que con los serbios, siempre prefiero que les vaya mejor", apuntó Nadal.

¿Y no será por no encontrarse de nuevo con Novak Djokovic? La interrogante, tan malévola como justificada -el serbio le ha vencido en todas las finales en que se han encontrado esta temporada, la última en el US Open-, cayó como una bomba sin ruido para Nadal. El manacorí contestó con tranquilidad. "Cuantas más veces juegue contra él, más oportunidades tendré de ganarle", expresó, para a continuación exponer su visión sobre la campaña que está llegando a su recta final.

"Mi temporada ha sido muy buena, nadie puede decir lo contrario. He llegado a nueve finales, he logrado un Grand Slam, el torneo de Barcelona y el Masters 1.000 de Montecarlo, y si no pasa nada terminaré como dos del mundo. No considero que la temporada no sea buena. No he estado contento por momentos en partidos contra Djokovic en los que me faltó algo extra mentalmente, aunque no sucedió eso en la final del US Open", admitió.

Tras el otro partido individual de la jornada en el Coso de los Califas, David Ferrer admitió, tras derrotar al francés Gilles Simon, que "no esperaba ganar en tres set", y  subrayó que la temperatura no influyó porque "el calor era para los dos", al margen de que "todos estamos acostumbrados, en Suramérica y Australia es así". Fue un partido "duro físicamente", en el que "igual el resultado final no refleja la igualdad que hubo", declaró el alicantino.

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