Nigeria tiró de calidad y oficio y se impuso a una discreta Burkina Faso (1-0) en un partido sobrio en la final de la Copa de África. Las águilas verdes se proclaman de nuevo campeones continentales 19 años después es su tercer título-, y presentan así su candidatura a regresar a la aristocracia de un mundo del fútbol al que ya enamoraron en los años 90. Los nigerianos controlaron en todo momento el partido con una defensa sólida y bien posicionada, y la calidad en la vanguardia de las águilas verdes creó problemas siempre a la defensa del equipo revelación del campeonato. Nigeria empezó combinando bien y llegando con claridad al área, y Ambrose tuvo la primera oportunidad con un cabezazo a la salida de un córner.

Burkina Faso demostró su calidad en una buena jugada de ataque y un excelente pase entre líneas de Pitroipa que Bance no llegó a rematar. Pero Nigeria seguía controlando el partido, con el jugador del Chelsea Obi Mikel en el timón en el centro del campo. El ataque nigeriano se volvió menos afilado con el paso de los minutos, aunque el equipo seguía mejor plantado que Burkina en el campo. Pero en el minuto 40 Sunday Mba controló a la carrera un rechazo de la defensa burkinesa, superó con un toque a un rival y cruzó rápido raso de volea al palo largo para batir a Diakite.

El nigeriano Ideye estuvo a punto de marcar el segundo a los tres minutos de la reanudación, pero el marcador ya no se movería pese a los intentos de última hora de una Burkina Faso que nunca se rindió.

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