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Noche muy cómoda para un Valencia superior

El Valencia ganó sin apuros al Hércules en un partido en el que jugó a ráfagas y dirigido por sus tres centrocampistas argentinos ante un equipo sin capacidad de reacción, que en ningún momento ofreció muestras de poder enmendar su racha como visitante en el actual campeonato.

Un gol de Aduriz en el primer tiempo y un golazo de Tino Costa en la segunda mitad fueron suficiente para que el Valencia ganara sin sufrir, circunstancia poco habitual en los últimos partidos, en los que siempre ha sumado con muchas dificultades.

El equipo local, de la mano de Chori Domínguez, Banega y Tino Costa, ganó el encuentro y se convirtió en el gran beneficiado por arriba de la jornada, tras la que el Hércules se mete de lleno en el grupo de equipos que lucharán por no descender.

El Valencia mantuvo el esquema que le dio el empate en la segunda parte del duelo de hace una semana en Santander, sin futbolistas de banda. El Hércules, por su parte, tuvo que improvisar la defensa por las numerosas bajas que tiene y, además, sufrió la salida por lesión de Peña antes del descanso.

El primer periodo fue de baja calidad. El balón estaba más tiempo en poder del equipo local que del alicantino, pero los valencianistas no creaban peligro.

El Hércules, sin hacer un buen fútbol, tenía controlado al Valencia, que tuvo su opción más clara en un balón que Topal envió a la madera en el minuto 39 tras una acción a balón parado. Cuando todo hacia pensar que se llegaría al descanso sin goles, una penetración de Soldado fue aprovechada con astucia por Aduriz para batir a Calatayud y poner el 1-0 en el marcador. Antes de la conclusión de la primera parte, Thomert pudo empatar en la jugada siguiente, pero lanzó desviado tras un pase de Tote.

La segunda mitad empezó como acabó la primera hasta que una falta al borde del área fue lanzada perfectamente por Tino Costa, quien puso el 2-0 en el marcador y el partido muy cuesta arriba para el conjunto alicantino.

El Valencia agarró confianza, manejó el balón mejor y encontró a la contra los espacios que no había tenido en la primera mitad ante un rival impreciso cuyo objetivo era marcar un gol que le metiera en el partido y generara dudas en el rival.

El conjunto de Mestalla desplegó los mejores minutos de juego desde hace varios encuentros. Pero, como es habitual en Mestalla, hubo tiempo para que la tranquilidad se convirtiera en zozobra por exceso de confianza en el equipo local y, en el minuto 83, Fritzler pudo marcar en la mejor acción ofensiva de su equipo, pero Guaita estuvo magistral.

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