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Old Trafford, otro capítulo de Beckham

  • El inglés, con una vida de película, retorna por vez primera al mítico estadio inglés

David Beckham siempre se caracterizó en su vida por tener a los mejores guionistas de su lado, pero llevar a la victoria al Milan hoy en los octavos de final de la Liga de Campeones en su retorno a Manchester ya sería demasiado hasta para sus propios estándares.

Su actual equipo dominó históricamente al United, superándolo en los cuatro eliminatorias previas en el torneo, pero el 3-2 en contra en la ida de San Siro tiene al rossonero mirando de frente la eliminación.

En ese contexto se producirá el regreso de Beckham siete años después a la que fue su casa, Old Trafford, donde forjó su leyenda como futbolista y, principalmente, como producto. Dado lo complicado de la situación, da la sensación de que los italianos deberán encomendarse a la capacidad del mediocampista por lo dramático.

Desde hace algún tiempo, el Spice Boy viene dando la impresión de que vive la vida como si fuese una película en la que él tiene el papel protagónico y en el que cada revés se convierte en una oportunidad para la redención.

Su expulsión ante Argentina en el Mundial de 1998, que fue decisiva para la eliminación de Inglaterra, lo puso en la picota. Años después, logró congraciarse: metió un tiro libre delicioso para clasificar agónicamente a su país al Mundial de 2002 al vencer a Grecia, y cerró el círculo convirtiéndole a Argentina el gol de la victoria durante el mismo torneo.

En 2000 sufrió la humillación de perder contra Alemania el último partido disputado en el viejo Wembley, pero meses después logró tomarse revancha con un impactante 5-1 en Munich.

La historia en el Real Madrid no fue diferente. El italiano Fabio Capello dejó de tenerlo en cuenta al anunciarse anticipadamente su marcha a Los Angeles Galaxy. Beckham luchó por volver al equipo y lo hizo a lo grande: siendo figura en la obtención de la Liga 2006-2007.

Ahora, a los 34 años, la vida le regala un regreso a Old Trafford debiendo saldar la deuda de la ida. "Si jugara, no tendría miedo pero sí estaría emocionado porque jugué en ese estadio por muchos años y sé lo que significa ser un jugador del Manchester United y lo que significa para los rivales jugar allí", dijo.

En San Siro, el brasileño Leonardo lo ubicó en una posición central en el mediocampo que fue elípticamente criticada por Alex Ferguson.

Derrota, necesidad de dar vuelta a un resultado y a una mala imagen en la ida y vuelta a los orígenes son condimentos de una nueva historia que protagonizará David Beckham. Sus guionistas ya tienen demostrado que, como en las películas, saben hacerlo volver del fracaso.

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