La temporada finalizó para el Nazaret Caja Inmaculada de fútbol sala y lo hizo en el plano deportivo con la permanencia en la categoría, aunque ello no ha ido acompañado por una gestión económica precisamente para tirar cohetes. La plantilla de jugadores y los técnicos se han tenido que marchar de vacaciones con varias mensualidades sin cobrar. El presiente del club jerezano, Pedro Orellana desveló que recientemente había almorzado con un representante de la firma patrocinadora y que antes de final del presente mes las deudas con la plantilla quedarán solventadas. Eso sí, Pedro Orellana recalca que los jugadores y el cuerpo técnico que esta temporada han pertenecido al Nazaret Caja Inmaculada "no se van a ir de rositas", y es que al dirigente jerezano aún le duele, y mucho, la manera de proceder "de unos jugadores y un entrenador que no son profesionales. En el tiempo que llevo como presidente de este club siempre he cumplido antes o después y lo que nadie puede decir es que les he dejado tirado. Es verdad que el club debe una cantidad de dinero, pero ya sabemos como está la economía y el trabajo que cuesta hacer efectivas las partidas económicas".

El malestar del presidente de la entidad jerezana radica sobre todo en que "el equipo se negó a disputar partidos oficiales y eso ha dañado mucho nuestra imagen".

Orellana también hace hincapié en que "el club no va a desaparecer y estamos preparando un proyecto para la próxima temporada en la que prácticamente vamos a partir de cero. El entrenador y los jugadores van a ser nuevos porque queremos gente comprometida y que entienda los problemas. Hace falta una reestructuración total y la vamos a empezar muy pronto".