El Éibar volvió a ganar lejos de Ipurúa seis meses después y lo hizo con el cien por cien de efectividad, gracias a un gran gol de Codina en el único lanzamiento a puerta de los armeros, que acabaron por maniatar a un Córdoba sin ideas que cada vez tiene más cerca el descenso.

José González se estrenaba en el banquillo de El Arcángel en busca de la cuarta victoria de la temporada para ofrecerla a la parroquia blanquiverde, triunfo que se pudo encarrilar en los primeros cinco minutos con sendas ocasiones de Juanlu, aunque la primera salió desviada por poco, mientras que en la segunda Cuéllar despejó a córner.

Sin embargo, ese buen comienzo de los cordobesistas se fue apagando, o mejor dicho las fue cortando el Éibar con el entramado formado en la medular con hasta cinco hombres, ya que sólo jugaba con un punta, al dejar a su máximo goleador, Goiria, en el banquillo de inicio.

En los primeros cuarenta y cinco minutos hubo un solitario acercamiento ofensivo de los vascos, merced a un tiro a la media vuelta de Yagüe que se fue fuera. Todo ello con un Córdoba que fue perdiendo fuelle con el transcurso de los minutos.

Ante ese panorama, José González no tardó en mover en banquillo, y a los ocho minutos de la reanudación dio entrada a Javi Moreno y Arteaga por Arthuro y Cristian Álvarez, respectivamente.

Pero fue el Eibar el que abrió el marcador. En su primer lanzamiento a puerta, desde unos cuarenta metros, Codina enganchó un un balón a la media vuelta para batir por la escuadra a Julio Iglesias al cuarto de hora de la segunda parte.

El Córdoba lo intentó, pero con baldíos resultados ante el armazón defensivo eibarrés, que al final acabó por imponerse y llevarse tres puntos vitales para certificar su permanencia, que se complican y mucho los cordobesistas. Al final, la parroquia blanquiverde despidió a los suyos con una pañolada.