La selección española femenina de baloncesto en silla de ruedas que dirigen los jerezanos Abraham Carrión y David Benítez no ha podido comenzar con buen pie en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. La escuadra nacional ha caído con Estados Unidos 68-34.

España ha regresado a unos Juegos Paralímpicos 29 años después de su primera aparición, que fue en Barcelona 92. El equipo de Abraham Carrión y David Benítez está encuadrado en el Grupo B junto a Estados Unidos, China (a la que se enfrenta este viernes a las 10:00 hora española), Argelia y Países Bajos, la actual campeona del mundo. Los cuatro primeros clasificados pasarán a cuartos de final.

El equipo español, cuarta en el Europeo disputado en 2019, está formado por las bases Almudena Montiel (Amiab Albacete), Beatriz Zudaire y Sonia Ruiz (UCAM Murcia); las escoltas Sara Revuelta (Ilunion), Judith Núñez (Joventut BCR), María Cruz Ruiz (Servigest Burgos) y Lourdes Ortega (UCAM Murcia); las ala-pívot Virginia Pérez (Amiab Albacete), Agurtzane Egiluz (Zuzenak) y Michell Navarro (Amivel); y las pívot Isabel López (UCAM Murcia) y Victoria Alonso (UCAM Murcia).

Abraham Carrión, recogiendo el premio a mejor deportista de 2019 en el Teatro Villamarta.

El seleccionador nacional, el jerezano Abraham Carrión, obtuvo el premio de mejor deportista de 2019 en la tercera edición de la Gala del Deporte de Jerez, la última que se ha celebrado hasta la fecha, tras lograr la cuarta plaza en el Europeo y el billete para los Juegos que se están disputando actualmente.

Debut con Estados Unidos

En su estreno frente a Estados Unidos, el equipo que dirige Abraham Carrión siempre fue por debajo en el marcador aunque durante los dos primeros cuartos, pese a la desventaja de puntos, hubo tramos en los que pusieron en apuros a las jugadoras estadounidenses.

El tridente que formaron Natalie Scheneider, Rose Hollerman y Courtney Ryan fue letal para España, que no pudo frenar en defensa a las jugadoras rivales, que acabaron sumando, entre las tres, 51 de los 68 puntos de Estados Unidos.

El último cuarto, con solo tres puntos, lastró mucho las opciones de España de recortar mínimamente el resultado.