mundo basket

Paseo tras el descanso

  • Estados Unidos no deja ninguna duda ante México y logra el billete para cuartos tras un demoledor arranque del segundo periodo Los triples de Curry destrozan a un rival digno

Estados Unidos avanzó ayer a los cuartos de final del Mundial de baloncesto al vencer a México por 86-63.

Ni se esperaba ni hubo sorpresa en el Palau Sant Jordi de Barcelona. En el mismo escenario olímpico en el que el verdadero Dream Team se exhibió hace 22 años, el campeón mundial respondió a su condición de favorita, exhibió su superioridad y, con evidente comodidad, comandó el partido de principio a fin.

El objetivo del Tri pareció claro desde el inicio: mantener las diferencias en términos honrosos. Los mexicanos disputaban sus primeros octavos de final de un Mundial en los últimos 40 y el choque con los vecinos norteamericanos suponía un regalo para el baloncesto en el país.

Los dirigidos por Sergio Valdeolmillos ya habían conquistado su pedazo gloria al lograr la clasificación para la ronda de Barcelona. Sin nada que perder, hicieron lo que habían anunciado: disfrutar del momento.

Así, intentaron aplicarse en ataque y fueron permisivos en defensa, circunstancia que no desaprovecharon los estadounidenses. Lo hizo Kenneth Faried, el pívot de los Denver Nuggets, en el primer cuarto, culminando las rápidas transiciones estadounidenses. y James Harden, en el segundo, cuando Mike Krzyzewski, el seleccionador del equipo NBA, dio entrada a su segunda unidad. Y Stephen Curry durante todo el encuentro desde la línea de tres.

El escolta de los Golden State Warriors firmó seis de los triples de Estados Unidos y concluyó como máximo anotador del equipo con 20 puntos, a los que sumó cuatro asistencias.

Por el bando mexicano, Gustavo Ayón, con 25 puntos y ocho rebotes, respondió a su condición de estrella del Tri. El jugador de los Atlanta Hawks se batió con los pívots estadounidenses, especialmente con DeMarcus Cousins, y a menudo salió vencedor de sus duelos. Ayón burló al pívot de los Sacramento Kings en los inicios del partido y éste respondió después con un tapón que quedó registrado entre las jugadas del encuentro.

El astro azteca fue también el habitual finalizador de los contraataques mexicanos, habituales en la segunda parte del partido, cuando la defensa estadounidense se tomó un respiro también.

México logró contener el aluvión estadounidense durante la primera parte del encuentro. Lo probó el parcial del segundo cuarto, un 19-24 digno.

Pero como viene sucediendo desde el inicio del torneo, a la vuelta del receso el Dream Team VII se exhibió ofensivamente y abrió una distancia inalcanzable.

El 42-27 del descanso creció sin remisión hasta alcanzar los 30 puntos de diferencia y más. México evitó una derrota abultada y proyectó su baloncesto mundialmente, su principal objetivo a estas alturas. EEUU cumplió, de la manera más plácida, con lo que se le suponía a la espera de rivales que le exijan un poco más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios