El Atlético Sanluqueño certificó matemáticamente su permanencia un año más en el grupo IV de Segunda B tras imponerse en un gran partido al Lucena. Los de Buenaventura demostraron por qué es un equipo tan complicado en El Palmar y lo hicieron gracias a un partido muy serio en defensa y con muchísima verticalidad en ataque, dos directrices que le permitieron lograr tres puntos importantísimos.

No fue todo coser y cantar, pues los cordobeses, que venían con la vitola de ser el mejor equipo de la segunda vuelta, se adelantaron en el marcador al cuarto de hora al aprovechar Fernando el rechace de un córner botado por Curro Vacas. Acto seguido se produjo la jugada polémica del duelo al reclamar el equipo visitante la segunda amarilla a Ezequiel, que ya tenía una.

El tanto no descompuso al equipo local, que siguió intentando llevar la manija del equipo. Así, pasada la media hora, Adrián Gallardo recibió un pase de Jorge Herrero y batió por bajo a Limones.

La remontada llegaría cinco minutos más tarde. Sería por medio de Romerito, que mando a la red, de certero cabezazo, una falta colgada por Óscar Silva. Con 2-1 se llegaría al descanso.

Tras la reanudación, el Lucena trató de hacerse con el control del balón, pero fue el Sanluqueño quien llevó mayor peligro. Kike avisó con un disparo en parábola que estuvo a punto de sorprender a Limones, y a continuación sería Salvi (62') quien apuntillara a la contra tras aprovechar el rechace del meta visitante a tiro del propio Kike.

Con todo perdido, el Lucena se fue descaradamente al ataque. Romerito sacó un balón bajo palos en el 67 y acto seguido Fede acortó distancias tras rematar un centro de Lanza (74'). Con espacios, los locales pudieron sentenciar, pero ni Adrián ni Óscar Silva acertaron.