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Pestano, Casañas y Mullera, a las finales

  • Los españoles cumplieron con los pronósticos en la jornada matutina

Mario Pestano, capitán del equipo español en los Mundiales de Moscú, estará hoy en la final de disco junto a Frank Casañas, en tanto que el gerundense Ángel Mullera disputará mañana la final de los 3.000 metros obstáculos. Por el camino se quedaron sus compañeros Roberto Alaiz y Sebastián Martos.

Pestano tuvo que esperar hora y media para saber si su marca de 62,80 metros le otorgaba una plaza para la final. El tinerfeño, presente por octava vez en unos Campeonatos del Mundo -todos seguidos desde Sevilla 99-, llegó a Moscú con el objetivo de "estar entre los diez mejores", pues a su juicio "hay un nivelazo increíble". Con 35 años, Pestano ha sufrido molestias este año en la espalda, por lo que advirtió que no llegaba "al cien por cien". La marca de acceso a la final era de 65,00 metros, y él empezó con un tiro de 62,80. En el segundo se quedó en 61,79 y terminó con 62,15. Su marca fue la décima de las 12 seleccionadas.

Casañas, de 34 años, quinto en Pekín 2008 y séptimo el año pasado en Londres, compite por segunda vez en unos Mundiales. En los de Berlín 2009 no superó la ronda de calificación. Ayer, con 63,17, sí logró meterse en el concurso decisivo.

En las series de 3.000 metros obstáculos, Ángel Mullera, tres veces campeón de España, se clasificó por primera vez para la final de unos Mundiales al término de una carrera valiente que remató con el cuarto puesto y un tiempo de 8.19,26, lo que le permitió pasar en la repesca. El gerundense salió en la primera serie y entró en el corte de los cinco que se jugaban las tres plaza de la final. A dos vueltas de la línea de meta, Mullera se colocó segundo e incluso se atrevió a tirar unos metros. En el último giro era cuarto, lugar que no abondonó. Sin embargo, su tiempo le garantizaba el estar en la lucha por las medallas.

El fondista fue el año pasado protagonista de una suspensión de ida y vuelta en vísperas de los Juegos de Londres debido a unos comentarios vertidos en correos electrónicos que insinuaban prácticas de dopaje por mediación de su entrenador. Finalmente, el Tribunal de Arbitraje Deportivo lo autorizó a competir, aunque fue eliminado en las series.

"Estar en la final ya es un premio, pero no me conformo. Tal y como me he visto y teniendo tres días de recuperación, creo que puedo estar entre los ocho primeros, porque los africanos se tiran a muerte y ellos mismos se pueden suicidar", comentó.

En la segunda serie, Roberto Alaiz, debutante con 23 años, vio como delante de él se abría un amplio espacio, circunstancia que le relegó de la final. El leonés terminó octavo con 8.33,32. La misma suerte corrió Sebastián Martos en la tercera y última serie. Fue undécimo con 8.32,63.

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