Las tradiciones caen, la historia ya no sirve y el de los nuevos territorios es el concepto de moda: el triunfo de Corea del Sur sobre Alemania y Francia en la lucha por los Juegos Olímpicos de invierno 2018 confirmó que el deporte mundial tiene un nuevo paisaje.

Juegos Olímpicos en Sochi, Río de Janeiro y Pyeongchang: sólo Londres, dentro de un año, salva las tradiciones.

Mientras la FIFA no deja de generar escándalos, el mundo olímpico, reunido en la ciudad sudafricana de Durban, vive en relativa calma.

"El COI está yendo en la dirección correcta", dijo satisfecho Carlos Nuzman, una de las caras visibles del nuevo mundo del deporte. Nuzman es el hombre que llevó al éxito a Río de Janeiro en su lucha con Chicago, Tokio y Madrid por ser sede de los Juegos de 2016. El miércoles, al ver el triunfo de Pyeongchang sobre Múnich y Annecy, vivió cierto déja vu.

"Es que no podemos decir que apoyamos a la juventud del mundo, sino que hay que hacerlo. El COI apoyó a la juventud de Sudamérica al darle los Juegos a Río, y ahora lo hace en una región como Asia para desarrollar los deportes de invierno", asegura. Según Nuzman, los procesos de candidatura son ahora muy diferentes a los de hace unos años. A su lado, Leonardo Gryner, su mano derecha, asiente. "Antes había países que eran técnicamente más capaces. Ahora todos tienen un gran nivel".

Mientras, Madrid ya analiza la opción de ser candidata a los Juegos Olímpicos de 2020.