Red Bull pide cabeza a su piloto estrella, pero el alemán Sebastian Vettel no quiere ni oír hablar de cálculos pese a su enorme ventaja al frente de la clasificación del Mundial de Fórmula 1.

"Sigo estando muy hambriento. Quiero ganar carreras. Punto", advirtió el defensor del título tras su segundo puesto el domingo en el Gran Premio de Hungría, antes de la pausa de cuatro semanas en el campeonato.

En realidad, el perfeccionista piloto alemán habría preferido renunciar a las vacaciones. "Queremos volver a donde estábamos a principios de año. Tenemos que seguir en juego", exigió Vettel.

La hegemonía perdida y la fortaleza recobrada por sus rivales le retuercen el estómago a un Vettel que no sube a lo más alto del podio desde hace tres carreras.

"Hay que admitir que los otros hicieron un buen trabajo y nos pasaron por delante. Tenemos que cambiar esto lo más rápidamente posible", pidió el campeón.

No obstante, Vettel podría permitirse tres pruebas con cero puntos sin que Webber, Hamilton o Alonso pudieran atraparlo, ni siquiera aunque uno de los tres ganara los próximos tres grandes premios.

Y como entre los perseguidores no parece haber ninguno capaz de encadenar victorias, el alemán corre en realidad muy poco peligro, además de que aún no quedó fuera en ninguna cita y tuvo como peor resultado el cuarto lugar en Alemania.