Xerez DFC - UD Tarifa

Remontada con poco brillo (3-1)

  • Un espeso cuadro azulino acusa el cansancio del encuentro frente al San Fernando B y sufre para encadenar su decimosegunda victoria ante un rival que le sorprende de salida.

Con el cansancio del encuentro ante el San Fernando B del pasado viernes aún sin superar pese a los cambios en el once inicial, el Xerez Deportivo FC desplegó uno de sus partidos más flojos desde que arrancó la Liga. Aún así, su superioridad ante cualquier rival es tan enorme y manifiesta que le sobró para ganar y darle la vuelta a un marcador que se le puso en contra a mediados de la primera parte. Su serie triunfal continúa. Doce de doce.

Sin nada que perder, el Tarifa sorprendió en una acción casi aislada pero no pudo aguantar físicamente ni replegado al conjunto jerezano. Y es que 90 minutos en Chapín se hacen muy largos para cualquier equipo si se tienen en cuenta su césped natural y sus medidas, unas dimensiones que no las poseen ni muchos estadios de Primera División.

Carlos Orúe modificó totalmente la alineación en relación a la del pasado sábado ante el San Fernando B buscando frescura. De salida, cinco novedades. Pablo Serrano entró por Edu Villegas en la portería, Olmo en el lateral izquierdo por Benítez, Biri por Barba, Pedro Herrera por Guille y Rosillo por César.

El equipo entró al partido tan frío y espeso como la tarde y después de sufrir la lesión de Biri al cuarto de hora -César tuvo que saltar al césped antes de lo esperado-, se topó con un rival defensivo, que llegó con la intención de no jugar y de no desperdiciar ninguna contra.

El planteamiento le salió de cine a Flor, entrenador tarifeño, porque sus jugadores aprovecharon a los 21 minutos su primera oportunidad clara. Juanma peleó un balón de cine, se lo llevó entre dos xerecistas, se internó, colocó el balón en el área, lo recogió Moya y Peinado, a placer, lo mandó al fondo de la portería. Un desajuste defensivo, un gol. En el minuto 8, Pablo Serrano había atajado un centro de Salvita antes de que lo rematase Moya.

A partir de ese momento, todo se le puso cuesta arriba al cuadro azulino, que hasta probó con Romerito arriba para que ayudase arriba a Pedro Herrera y pudiese aprovechar cualquier balón aéreo. Muy espesos, los jerezanos apenas tuvieron opciones frente a un rival muy cerrado y que no se lo pensaba dos veces a la hora de cortar el juego a base de faltas, unas tácticas y otras no tanto.

Con escasas acciones de peligro y sin la intensidad y el toque de otras tardes, un protestado Coto Reyes mandaba a la caseta a ambos conjuntos. Frío y con David echando el freno a Goliat.

Como era de esperar, al entrenador azulino no le convenció su apuesta de la primera mitad porque afrontó la segunda con tres cambios a la vez. Benítez ocupó el puesto de Olmo en el lateral, Barba el de Rosillo y Guille el de Pedro Herrera. Romerito recuperó su posición atrás con el nuevo dibujo pero siempre jugando muy adelantado.

El Xerez DFC lo intentaba pero no encontraba la forma de romper el entramado tarifeño, hasta que en el minuto 62, una internada de Padilla la culminó Copero de tiro cruzado, después de adentrarse en el área y superar a un defensa. Ahí comenzó otro partido y acabó el sueño de un Tarifa que había renunciado casi por completo al ataque.

Con el encuentro muy embarullado por las continuas pérdidas de tiempo visitantes, los azulinos lograron darle la vuelta al marcador con un gol a balón parado, una de las facetas mejor explotadas por los de Orúe. Romerito anotó de cabeza tras una falta botada por Orihuela en la que falla el portero. Los rojillos protestaron mucho la jugada por considerarla fuera de juego.

Sin forzar la máquina porque faltaban ideas, Lolo Garrido (76') enganchó un trallazo desde la frontal del área que estuvo a punto de convertirse en el tercer gol. El guardameta visitante se lució para mandar a saque de esquina el balón. En el 80', Barba estrelló un trallazo en el larguero, aunque el colegiado señaló fuera de juego.

El tanteador lo cerró Guille al transformar una pena máxima a los 88 minutos. El ariete convirtió un penalti cometido por el goleador Peinado, que tocó el balón con la mano dentro del área. La jugada le costó cara porque terminó expulsado por protestar la acción y ver una amarilla por la infracción.

El Xerez DFC demostró que también sabe ganar sufriendo y que las jerarquías en el fútbol, como en cualquier faceta, están para algo. Ganó por peso específico, casi por inercia a un rival que ofreció dos caras, la mejor en la primera parte y una conservadora y diferente en la segunda. Ahora, ya sólo piensan en el derbi frente al San Benito.

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