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Robinho, el culpable perfecto de Brasil

  • El exmadridista sigue siendo señalado tras el tropiezo frente a Venezuela en el debut

Preparen, apunten, ¿fuego? El apático comienzo de Brasil en la Copa América ya tiene el culpable perfecto: Robinho, el delantero que cumplió un año sin hacer un gol con la selección.

"¿Cómo está Robinho? ¿Cómo quedó después de que fuera abucheado por los hinchas?", le preguntaron los periodistas brasileños a Pato, amigo personal y compañero suyo en el Milan. "Robinho está bien. Como amigo sé que está tranquilo y con mucha voluntad de mostrar, más que nunca, su fútbol en la selección", respondió Pato.

Si Brasil lo pasó mal contra Venezuela, Robinho lo pasó peor. Los hinchas lo silbaron cuando el entrenador, Mano Menezes, decidió sustituirlo por Fred. "Acepto los abucheos. Son las reglas del juego. Los hinchas pagan su entrada y tienen derecho a quejarse", se resignó Robinho.

Durante los dos días siguientes al partido con Venezuela se especuló con que Menezes le quitaría la titularidad para el partido del sábado ante Paraguay en Córdoba. Sin embargo, en el entrenamiento que Brasil realizó hoy, Robinho conservó su lugar. ¿Será su última oportunidad?

Por lo pronto, Robinho tiene que quitarse un cartel indeseado: ser considerado un jugador Dunga. Robinho fue el segundo máximo goleador y el segundo futbolista con más partidos jugados en el ciclo del ex seleccionador.

Pero aquel Robinho era un delantero veloz y con gol. El Robinho de la era Menezes es un atacante que no desborda y que no tiene puntería. Su último gol con la selección fue en el Mundial de Sudáfrica 2010, contra Holanda, en el partido de cuartos de final en el que el Brasil de Dunga quedó eliminado. Fue el 2 de julio de 2010. Desde entonces, en un Brasil con poco gol, Robinho no aportó ninguno. El sábado, 24 horas antes del partido ante Venezuela, el delantero sumó un año sin marcar con su equipo nacional.

Robinho, ya con 27 años, está nuevamente frente a un dilema: demostrar si es un crack, como insinuaba en sus comienzos o un muy buen jugador. La Copa América es una de sus últimas oportunidades. Y la historia no comenzó bien.

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