El británico Lewis Hamilton mantuvo esperanzas de repetir el título mundial de la Fórmula 1 con su triunfo en el Gran Premio de México, pero su compañero en Mercedes, el alemán Nico Rosberg, hizo su parte y tendrá el campeonato al alcance dentro de dos semanas en Brasil.

Las cuentas para Rosberg son bien sencillas: si gana en el gran premio brasileño, el título será suyo por primera vez sin importar lo que haga Hamilton. Actualmente tiene 19 puntos de ventaja y si gana en Brasil estiraría la diferencia al menos hasta las 26 unidades, una cifra que sería inalcanzable para su compañero y gran rival.

Y en el peor de los casos, si el británico ganara en el circuito de Interlagos y también en la última prueba de la temporada, en Abu Dhabi, a Rosberg le bastaría con un segundo y un tercer puesto.

Con esos números, la posición de Rosberg es casi inmejorable, pero el alemán no quiere confiarse y pretende seguir su estrategia de pensar carrera por carrera. "Sé que es genial estar en esta situación", remarcó Rosberg. "Pero no voy a cambiar mi enfoque, que siempre es ganar la próxima carrera", resaltó el piloto.

En cualquier caso, terminar en Brasil pegado a Hamilton volverá a ser un buen negocio, como el domingo en México o como la semana pasada en Austin. Si es delante, significará su primer título; si es detrás, se postergará otra vez la definición, pero la corona quedará mucho más cerca.

Del otro lado, Hamilton no renunciará a la pelea. Como en México, donde igualó el récord de 23 triunfos en 23 países de Michael Schumacher, necesitará vencer en Brasil para seguir con sus opciones, aunque remotas.